El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, IIAP, realizó un estudio acerca de la estimación de almacenamiento de carbono en los bosques de bambú, en la Comunidad Nativa Bufeo Pozo, en la Región Ucayali. Los resultados arrojaron más de 200 toneladas de carbono almacenado por hectárea.
Este estudio tiene por objetivo determinar la importancia de los bosques de la Amazonía Peruana, y su destacado rol en el almacenamiento de carbono, el cual permanece dentro de las estructuras de los árboles (en este caso del bambú), y protege al ambiente de la consecuente contaminación.
El estudio fue realizado por los investigadores del IIAP, ingeniero Diego García Soria y doctor Dennis Del Castillo; éste último actual Director del Programa Probosques de esta institución.
El presente estudio es de notable importancia en la medida que entre los acuerdos de la Conferencia Mundial de Cambio Climático COP 20, realizada en Lima en diciembre último, los representantes de todos los países coincidieron en que la tarea del stock o almacenamiento de carbono es urgente, y en él juegan un papel muy importante los bosques de la Amazonía Peruana.
El bambú, y en especial el de la especie Paca, tiene la capacidad de almacenar carbono, y reduce la emisión de CO2 al ambiente. El CO2 liberado capta calor y eleva las temperaturas del ambiente, que generan o coadyuvan al calentamiento global.
El bambú reduce el calentamiento global al inmovilizar el carbono temporalmente (durante el tiempo de vida de la planta), además que por la fotosíntesis usa el CO2 del aire, y así reduce aún más esa concentración del aire y aumente el stock.
Este tipo de bosques se presentan como una oportunidad para la negociación del comercio del carbono (bonos de carbono) con países del primer mundo, que beneficiarían directamente las comunidades nativas y campesinas, con ingresos adicionales.
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