IGP: 34 años conociendo a nuestros volcanes

Uno de los dos procesos tectónicos más importantes que desarrolla nuestro planeta Tierra y que a la vez modifica y transforma su superficie son las erupciones volcánicas.

Históricamente, estas erupciones, dependiendo del material que emiten, calcinan prácticamente todo aquello que tiene vida en su entorno; sin embargo, el poder de recuperación de nuestro planeta, aunque lento, es loable, ya que sobre esa superficie volverá a surgir la vida. Es por ello por lo que conocer y comprender la génesis de los volcanes, los procesos que desarrollan en su interior previos a la erupción, así como durante y posterior a la misma, sigue siendo un fascinante campo de investigación.

En el Perú, el interés de conocer a nuestros volcanes surge después de la erupción del Sabancaya, coloso ubicado en el cañón del Colca en la región Arequipa. Este volcán despertó en el año 1986 generando alerta y preocupación en la población y autoridades, siendo ese momento cuando el Estado peruano convoca al IGP, de acuerdo con sus funciones, para realizar las investigaciones y monitoreo necesario para buscar alertar a la población ante una posible erupción de mayor escala. El IGP recibe los fondos necesarios e inicia el monitoreo sísmico como parte de pequeñas campañas de campo en busca de ganar experiencia y conocer al Sabancaya.

Para el año 1990, se tenían resultados que, tras ser presentados a los más altos niveles de decisión, permitieron obtener el financiamiento para implementar la primera red de monitoreo sísmico en volcanes, una red compuesta por 4 estaciones sísmicas que abrió el camino para lograr el mayor objetivo: constituir un grupo de investigación y fortalecer una moderna red de monitoreo de volcanes en toda la región sur del Perú.

En ese camino fue importante el trabajo conjunto con colegas provenientes de Francia en base a cooperación científica, dando como producto la formación de jóvenes profesionales en temas vulcanológicos que hoy en día dirigen nuestros programas de investigación.

En la primera década del siglo XXI, se inician las publicaciones en revistas internacionales, así como un gran número de tesis de ingeniería, maestría y doctorado, tanto para profesionales peruanos como extranjeros. El conocimiento y resultados obtenidos fue suficiente para que nuevamente el Estado peruano financie la implementación de una moderna red geofísica para el monitoreo de volcanes considerando la sismología, geodesia, deformación cortical, gases, imágenes satelitales y gestión del riesgo antes futuras erupciones.

Asimismo, la construcción de una moderna infraestructura que albergue al Observatorio Vulcanológico del Sur, el mismo que será inaugurado el mes de agosto en el distrito de Sachaca, Arequipa. El primer resultado de este esfuerzo de Estado y el IGP fue el pronóstico con más de 2 meses de anticipación de la erupción del volcán Ubinas en el año 2019, logrando proteger la vida de más de 1000 personas. A pesar de haber avanzado mucho en este camino, nos encontramos como el primer día, listos para empezar un nuevo viaje, pero ahora con un grupo de más de 20 profesionales que cuenta con la experiencia necesaria de asumir retos científicos para seguir realizando “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.