La Iglesia Católica no puede ser contraria a que se aprovechen debidamente los recursos naturales del país, incluida la riqueza minera, y por ello alienta que se avance en todos aquellos aspectos que permitan dar un rostro humano a esa actividad extractiva, señaló en un pronunciamiento la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
Dicha entidad afirmó que las fuentes de recursos naturales con las que fue bendecido el Perú, si son bien utilizadas, permitirán un crecimiento de las actividades económicas, la recaudación fiscal y las inversiones que efectúen los gobiernos regionales a favor del desarrollo social.
“Esperamos que con el esfuerzo de todos, siga disminuyendo este porcentaje, para lo cual es fundamental una auténtica y plural participación en la solución de las dificultades que puedan surgir a la hora de promover inversiones, tanto en lo referente a la protección ambiental como en el desarrollo social, de modo que se puedan alcanzar consensos perdurables para el bien común de la Nación”, se dice en el documento.
En ese sentido, la CEP alentó a que se hagan todos los esfuerzos necesarios para construir una cultura de paz “mediante un diálogo justo, equitativo y constructivo, de tolerancia a las opiniones diversas” y que se fundamente en la dignidad de la persona y en el bien común. El progreso exige diálogo, formar conciencias, información plena y adecuada y escucha y apertura generosa, recalcó el documento.