El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), identificó 8.2 millones de hectáreas de paisajes degradadas en el país para restaurar. De esta cifra, 2.2 millones se encuentran en la zona andina, 519 mil en la Amazonía y 149 mil en la costa con prioridad “muy alta” para restauración.
Entre los principales problemas figuran la pérdida de cobertura vegetal natural, así como de la biodiversidad y reducción de servicios ecosistémicos de regulación hídrica. También se encuentran el sobrepastoreo, la quema de pastos e incendios forestales, el cambio de uso del suelo (sobreuso), malas prácticas agrícolas, manejo inadecuado del agua y deforestación.
Los departamentos que registran mayor extensión de áreas con prioridad muy alta de restauración son Ayacucho con 2 082 641 hectáreas, seguido de Áncash con 1 991 329; Huánuco con 1 749 334; Piura con 1 709 051 y Cusco 1 633 156.
La restauración de los ecosistemas abarca una amplia gama de actividades que contribuyen a proteger aquellos intactos y reparar los que ya están degradados. Tales actividades incluyen, por ejemplo, mejorar el carbono orgánico en los suelos agrícolas, aumentar las poblaciones de peces en las zonas sobreexplotadas, remediar sitios contaminados, restaurar los procesos ecológicos y la biodiversidad y conservar la fauna y la flora que puedan ayudar en los procesos de restauración.
El proceso de identificación de las áreas prioritarias permitirá desarrollar proyectos de restauración con la participación del sector privado, como los inversionistas de impacto, y el desarrollo de mecanismos financieros para la implementación de estos proyectos que son de mediano y largo plazo.
La restauración de paisajes involucra varios sectores (ambiente, agricultura, transportes, entre otros), lo que lleva a tener una gran variabilidad y distribución de actores que interactúen con el fin de lograr los objetivos propuestos, informó el Serfor a INFOREGIÓN.
La restauración de los ecosistemas es fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, principalmente los relativos al cambio climático, la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, el agua y la conservación de la diversidad biológica. Por ello, del 2021 al 2031, la ONU llamó el “Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas”, que reúne al mundo en torno a un objetivo común: prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas a nivel mundial.