“Hasta el momento, los paros no nos han servido para nada”, aseguró Izarra, quien advirtió que tal vez debido a estas paralizaciones, con carácter violentista, las autoridades del Gobierno Central no se animan a hacerse presentes en la zona para impulsar los proyectos de desarrollo sostenible.
Como se sabe, las demandas enarboladas por los campesinos dedicados al cultivo del principal insumo de la droga se refieren a la suspensión de las labores de erradicación, pero no brindan una alternativa que aleje a este pueblo del flagelo de las drogas.