Huecos en la Compra

En medio del escándalo suscitado por el envío y posterior retiro del VRAE de 1,000 chalecos antibalas “vulnerables” (CARETAS 2228), se dijo que esta es una operación que involucra estrictamente a autoridades del gobierno pasado.

Pero esto no es del todo cierto. Documentos y testimonios apuntan a una serie de altos oficiales del Ejército en actividad, entre los que figura el actual presidente del Comando Conjunto de las FF.AA., general EP Luis Howell Ballena.

En 2009 el entonces jefe del Ejército, general EP Otto Guibovich, le ordenó al director de la 18a División Blindada del Rímac, general EP Richard Pitot, adquirir chalecos antibalas que protegieran a los oficiales EP de los disparos terroristas con armas de largo alcance.

El valor de los chalecos del tipo IV que mitigan el impacto de las balas 7.62mm., oscilaba entre los US$ 1,000 y 1,200.

Pitot entabló conversaciones con dos fabricantes norteamericanos, Armoschield USA y Point Blank Solutions Inc (PBSI). Los chalecos IIIa y IV tienen una misma estructura. El primero resiste los disparos de revólver, pistola, escopeta y algunas esquirlas, mas no de, por ejemplo, un disparo de AKM. El segundo lleva una placa de cerámica moldeada al cuerpo que sí es capaz de detener las municiones 7.62mm.

Pitot preguntó si era posible que enviaran los chalecos IIIa más las placas de cerámica aparte para ser ensamblados en el Rímac, abaratando costos y la respuesta fue afirmativa.

En agosto de 2010, Pitot firmó un acuerdo con PBSI para la compra de 6,000 chalecos antibalas 3a y solicitó un total de S/. 1’145,916 por un primer lote de 1,000 unidades (US$ 359,000), 100 placas de cerámica (US$ 8,752) y gastos de flete (US$ 14,000). Guibovich remitió el pedido al entonces jefe del Comando Conjunto, general EP Francisco Contreras.

Ese mismo mes, Pitot fue removido de la 18a División Blindada y enviado a la Escuela Militar de Chorrillos. Su puesto fue ocupado por el general de brigada EP Guido Velarde.

PEDIDO CANCELADO

En diciembre de 2010, Velarde solicitó el dinero para adquirir los chalecos más las planchas de cerámica, pero Contreras aprobó sólo S/. 1 millón, por lo que éste le pidió a PBSI que cancele el envío de las placas claves.

Los chalecos IIIa llegaron a Aduanas en el verano de 2011, cuando el jefe del Comando Conjunto era ya Howell. Fueron exhibidos por la Brigada de Fuerzas Especiales durante la parada militar del pasado 29 de julio.

Dos altos oficiales dijeron a CARETAS que Howell fue advertido de la urgencia de comprar las placas de cerámica. Poco después, éste dispuso que el jefe de Logística, general EP Juan Méndez, distribuyera los 1,000 chalecos en el VRAE sin realizar las pruebas que hubieran demostrado que no podían contener las balas de fusiles usados por los terroristas.

A través de un vocero del Ministerio de Defensa, Howell alegó que no sabía cómo es que los chalecos antibalas sin placas de cerámica acabaron en las bases del VRAE, pero declinó conceder una entrevista. (Américo Zambrano).