HUÁNUCO. Un total de 1 500 familias productoras de café y cacao de 65 comunidades, ubicadas en las provincias de Leoncio Prado, Huamalíes y Marañón, recibirán de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), asistencia técnica personalizada, centrándose en el manejo integrado de plagas y enfermedades.
La asistencia, que será implementada a través de la actividad Sanidad Vegetal, busca desarrollar capacidades, habilidades y destrezas para la adopción de tecnologías y buenas prácticas agrícolas, a fin de reducir el nivel de daño ocasionado por plagas y enfermedades en los cultivos de cacao y café. De esa manera, se impulsará y fortalecerá el desarrollo alternativo, integral y sostenible en las zonas estratégicas de intervención, con el fin de promover el Modelo Perú de desarrollo productivo.
Los productores beneficiados están ubicados en los distritos Jircán y Monzón en la provincia de Huamalíes; Mariano Dámaso Beraún, Daniel Alomía Robles, Pucayacu, José Crespo y Castillo, Pueblo Nuevo y Santo Domingo de Anda en Leoncio Prado y; La Morada y Cholón en Marañón, donde se han priorizado 900 hectáreas de cacao y 600 hectáreas de café.
La actividad utilizará la metodología de capacitación a través de la asistencia técnica personalizada de forma presencial, centrándose en el manejo integrado de plagas y enfermedades, con énfasis en la prevención y control, que permita que la mayor parte de las prácticas agrícolas sean adoptadas a través de ejercicios participativos en la finca por los agricultores y su familia, donde además tendrán acompañamiento técnico, social y ambiental.
Además, se realizarán campañas fitosanitarias con productores organizados en comités fitosanitarios, que planifiquen, organicen y ejecuten labores agronómicas de manejo y prácticas culturales como podas, control de malezas, manejo de sombras, abonamiento y cosechas oportunas en forma de ayni o ciclos continuos de reciprocidad, para tal efecto se les facilitará kits de herramientas y equipos a los comités fitosanitarios y entrega de insumos básicos para el primer abonamiento del cultivo.
Esto facilitará a los participantes conducir sus fincas con visión empresarial, generando iniciativas de negocio vinculados a la cadena productiva y cadena de valor, haciendo un uso eficaz de los recursos existentes, fortaleciendo capacidades técnico productivas y de gestión, mediante un trabajo articulado con los gobiernos locales, Senasa, Midagri y la inversión privada.