Familiares, colegas y autoridades de Huanta participaron ayer en una serie de homenajes en memoria del periodista Jaime Ayala, corresponsal del diario La República asesinado en 1984 por efectivos de la Marina de Guerra al mando de Álvaro Artaza Adrianzén (a) Comandante Camión.
En el homenaje participó la viuda del hombre de prensa, Rosa Pallqui, junto al hijo de ambos, Boris Ayala. También se hizo presente el alcalde de Huanta, Edwin Bustíos y el presidente de la Asociación Nacional de Periodistas-ANP, Roberto Mejía Alarcón.
También asistieron representantes de la Asociación para el Desarrollo Humano Runamasinchiqpaq-ADEHR y de la Asociación Nacional WairaWasi, organizaciones que patrocinan a familiares de diversos casos de violaciones contra los derechos humanos en Ayacucho.
Misa y romería
Las actividades en homenaje a Jaime Ayala se iniciaron a las once de la mañana, con una misa celebrada en la Iglesia Asunción, ubicada en el barrio Alameda. Luego se realizó una romería hasta el cementerio de Huanta.
Posteriormente, familiares, autoridades y periodistas se trasladaron hasta las instalaciones del Estadio Municipal de Huanta, lugar en el que Jaime Ayala fue asesinado y desaparecido.
Tomaron la palabra el alcalde de Huanta y el hijo del desaparecido periodista, quienes resaltaron el derecho a la vida y condenaron el abuso de poder de ciertos sectores de las Fuerzas Armadas. Además, contó su testimonio Alejandro Coronado Reyes, periodista de reconocida trayectoria en Huanta, quien narró la experiencia que vivió cuando fue detenido por la Marina de Guerra y secuestrado durante ocho días en el Estadio Municipal de Huanta.
Obra en homenaje a periodistas
El alcalde de Huanta, Edwin Bustíos, colocó la primera piedra de una gruta en memoria de Hugo Bustíos, su hermano y corresponsal de la revista Caretas, quien también fue asesinado en la década de los ochenta y por efectivos de las Fuerzas Armadas, solamente por cumplir con su deber de informar.
La gruta se levantará en la comunidad de Erapata, ubicada a un kilómetro de Huanta y además albergará 13 estatuas que representarán a igual número de periodistas muertos por cumplir con su labor en la época de la violencia política, entre ellos los ocho mártires de Uchuraccay.