Homicida: No hay más, solo hematomas, fracturas y terror

Homicida

No hay más.

Rosa incrustada en la dignidad.

Gritar. Suplicar.

No hay más,

solo hematomas, fracturas y terror.

Fin de la canción.

No siento tu mano de piedra,

mi sangre pesa demasiado,

me arrastro hacia la puerta abierta.

no distingo la realidad.

Barco en mi puerto que ya zarpaste,

no me viste correr, huir, nadar.

No viste mi piel pintada con tu odio

mientras pisabas mis cabellos y estrujabas mi cuello.

No hay más.

Quedan los rastros de sangre,

la mía tan pesada, la tuya tan amarga.

Te vas. Te veo llorar.

Barco en mi puerto que ya zarpaste,

no me viste correr, huir, nadar.

No viste el cuchillo escondido en la cama.

El cuchillo de todas.

Las manos hermanas.

Crucé la puerta, a rastras.

Te vas gimiendo,

cobarde golpeador.

Aún respiro,

mi rostro sin forma sonríe,

mis últimos alientos cantan tres sílabas:

Li – ber – tad.