Un innovador movimiento ciudadano llama la atención sobre la necesidad de que cada uno de nosotros como individuos – en Lima y el resto de centros urbanos del Perú – tomemos acciones concretas para ayudar a la naturaleza desde nuestras casas, el trabajo e incluso la calle.
El movimiento se llama “Mi Ciudad Verde”. Una de sus más recientes actividades fue darle a las plantas cuerpos de hombre y de mujer. Así, la naturaleza “salió” a las calles a pedir ayuda de los transeúntes, repartiendo semillas e invitando a las personas a esparcir una cultura “verde” por la ciudad.