Según reportaron la Fuerzas Armadas (FFAA), los hijos de los terroristas “José” y “Raúl”, del clan Quispe Palomino que opera en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), murieron durante las jornadas de adiestramiento a las que eran sometidos. Los niños tenían entre 6 y 10 años.
El hijo del camarada “José” fue destrozado por la explosión de una mina personal cuando la manipulaba como parte de su entrenamiento. Su nombre era el mismo que el de su padre. Mientras que uno de los hijos del camarada “Raúl” falleció luego de que la explosión de una mina produjera la caída de un árbol y que terminó aplastándolo. Su apelativo era “Martín”.
Por otro lado, “Ángel”, su otro hijo, falleció ahogado en el río Mantaro cuando acompañaba a su padre en una travesía.
Las FFAA también hicieron de conocimiento público que estos líderes asesinaron a 11 miembros de la organización terroristas, acusándolos de desertores y traidores. Habrían dado muerte a otros para poder alcanzar el poder absoluto de la organización.