Desde que se supo que se invertirán más de 500 millones de dólares en diversos proyectos hidroenergéticos en el valle del Monzón, la expectativa por el desarrollo que puedan traer a la zona es creciente.
De acuerdo a la información que diera hace unos meses Víctor Pajuelo, el complejo hidroenergético -que se construirá en este valle de la provincia de Huamalíes- constará de seis centrales hidroeléctricas que en conjunto producirán casi 60 megavatios: Chaupiyacu, 8 de Agosto, El Carmen, Muchcapata, Nueva Esperanza y Pan de Azúcar.
LA EXPERIENCIA DE ODEBRECHT
Una experiencia que ha demostrado que se puede producir energía limpia con hidroeléctricas es la de Odebrecht Perú, empresa que viene ejecutando un Plan de Sostenibilidad Socio Ambiental en el ámbito de influencia del Proyecto Central Hidroeléctrica Chaglla, que se construye en el distrito del mismo nombre y en Chinchao, en las provincias de Pachitea y Huánuco, respectivamente.
Según información a la que accedió MONZÓN La Revista, Odebrecht Perú implementa un Plan de Manejo Socio Ambiental convenido con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad que financia la construcción del proyecto.
El plan consiste en la implementación de diferentes programas en áreas como relaciones comunitarias, convivencia con seguridad, contratación de mano de obra local, programa de negociación de tierras, pago de compensaciones; y apoyo al desarrollo local.
Construir en Huánuco una central hidroeléctrica a más de 1,200 metros sobre el nivel del mar implica lidiar con la naturaleza, abrirse camino en medio de cerros, trasladar pesadas maquinarias, realizar movimiento de tierra y rocas, hacer excavaciones y túneles, construir infraestructuras y mucho más.
Sin embargo, la empresa ha logrado aplicar programas de reforestación y de recuperación de flora y fauna silvestre que bien pueden ser un ejemplo modelo de sostenibilidad para futuras inversiones en el Monzón.
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