Los trabajadores del Proyecto Especial de Control y Reducción de los Cultivos de Coca en el Alto Huallaga (CORAH), identificados como Richard Zumba Ramírez, de 42 años de edad, y Amancio Fasabi Rengifo, de 31, fueron conducidos de urgencia y por vía aérea desde el hospital de Tingo María hasta el nosocomio regional de Huánuco debido a la gravedad de sus heridas.
Los dos desdichados cayeron víctimas de las minas explosivas activadas por los narcoterroristas de Sendero Luminoso, en un sector cocalero de Madre Mía, distrito de Nuevo Progreso, provincia de Tocache, en la región San Martín.
Los erradicadores estaban trabajando en una zona con gran cantidad de cultivos ilegales de hoja de coca, el principal insumo para el narcotráfico, cuando al ingresar a cierta zona activaron los explosivos, compuestos por pólvora, vidrios, clavos y pernos oxidados, alambre y un resorte, todo ello empaquetado y oculto bajo los arbustos.
La mayor parte de las heridas se ubican en las piernas y son producto de esquirlas de metal, pero según los médicos la visión y el sistema auditivo de los caídos también estarían afectados por la explosión de los cazabobos. Otros dos trabajadores resultaron con heridas menores y se vienen recuperando.
Se trata de un nuevo ataque de los terroristas de la organización senderista, quienes ahora trabajan a sueldo para proteger las miles de hectáreas sembradas en el monte del Alto Huallaga y que aprovisionan a los laboratorios para la elaboración de pasta básica de cocaína.