Tras un operativo helitransportado, la Dirección Nacional Antidrogas (DIRANDRO) halló un gigantesco y sofisticado laboratorio para la elaboración de clorhidrato de cocaína en el valle del río Apurimac y Ene (VRAE), dotado de equipos e instrumentos especiales, así como alimentos, cocinas, camas para 25 personas y otras comodidades.
La operación se ejecutó en el distrito de Sivia, provincia de Huanta, Ayacucho, participando 60 efectivos procedentes de las bases antidrogas de Palmapampa y Mazamari, así como la Fiscalía Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas. Según información policial, las instalaciones confirmarían el accionar delictivo de una banda colombiana en la zona, que mantenía una producción de 700 kilos de cocaína por semana.
El laboratorio contaba con seis ambientes de madera, plástico e instalaciones eléctricas, en plena selva, donde se guardaba diez mil galones de acetona, 500 de amoniaco, 2,200 de bencina, 3,200 de éter, 1,200 de cloruro de sodio, 800 de alcohol, 500 de hipoclorito de socio, 1,200 kilos de permanganato de potasio, 500 de cal, y una amplia variedad de focos especiales para secado de la droga, probetas, medidores, destiladores, balanzas de precisión, ventiladores y hornos microondas. Adicionalmente, había ocho kilos con 30 gramos de clorhidrato de cocaína seca, y 24 kilos con 400 gramos en plena elaboración.
También se encontraron comprensoras, prensadoras hidráulicas, cuatro cajas de papel carbón, diez cajas de papel molde para secado, un fardo de seda para filtrado, veinticinco camas con su respectivo colchón, sabanas y frazadas; así como una despensa con suficiente arroz, azúcar, aceite comestible, huevos, atún enlatado, bidones de agua potable, leche evaporada, diez pollos vivos, cucharas, platos, tazas, y tres cocinas a gas con sus respectivos balones. En un cercano puesto de vigilancia avanzada se ubicó una radio-base marca Yaesu, y varios equipos portátiles Motorola.