Gran congoja en entierro de ronderos fallecidos en persecución de columna terrorista en el VRAE

Con mucha tristeza y desesperanza fueron velados y enterrados los dos ronderos fallecidos en un enfrentamiento con una presunta columna narcoterrorista, ocurrido la semana pasada en el centro poblado de Sanabamba, jurisdicción del distrito de Chungui, en la provincia de La Mar. 


La comunidad campesina de Vista Alegre, en el distrito de Pichari, lugar de procedencia de los  dos ronderos, rindió los más altos  honores y nominó como “Héroes de la pacificación” a Carlos Amancio Torres Quispe de 33 años y a José Velásquez Urbano de 34, ambos pertenecientes al Comité de Autodefensa de su comunidad campesina. 


Los restos fueron trasladados a la comunidad de Vista Alegre donde fueron velados en plena plaza principal. Ambos féretros fueron cubiertos por una bandera del Perú, siendo custodiados en todo momento por integrantes de los Comités de Autodefensa y dos escoltas de soldados pertenecientes a las Fuerzas Especiales del Valle de los Ríos Apurimac y Ene-VRAE que llegaron para acompañar el funeral. 


Dejan viudas e hijos 


Los familiares de los ronderos caídos protagonizaron dramáticas escenas de dolor durante el velatorio y el posterior entierro. Carlos Amancio Torres Quispe deja una viuda y cuatro hijos menores, mientras que José Velásquez Urbano también era casado y tenía un niño de 10 años. 


Las víctimas habrían fallecido producto de la explosión de varias trampas denominadas “cazabobos” cuando ayudaban a una patrulla combinada de las Fuerzas Armadas a seguirle los pasos a una columna terrorista que en los últimos días había incursionado en varios poblados del VRAE, donde amenazaron con volar las instalaciones de la empresa que explota el gas de Camisea.