Con el objetivo de evaluar los impactos de Pensión 65 en el bienestar de los adultos mayores en extrema pobreza y sus familias, el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) iniciará el estudio de dicho programa social.
Este estudio se realizará gracias al proyecto regional “Protección social y más”, en el que también se medirá el impacto de iniciativas similares en Colombia y Uruguay.
Juan José Díaz, investigador de Grade, explicó que Pensión 65 fue el programa seleccionado en el Perú para ser analizado porque logró hacer visible a una población apartada y vulnerable que nunca antes había sido considerada.
“Los adultos mayores son un grupo distinto al que se había enfocado en otras evaluaciones, y se han encontrado interacciones de Pensión 65 con otro programa social como Juntos. Es un programa nuevo con problemas nuevos y diferentes, pero que se engarza en una lógica de protección social bastante articulada”, subrayó el investigador.
De acuerdo a la información enviada a INFOREGIÓN, entre los puntos a ser analizados en esta investigación, que tendrá cuatro años de duración, están las interacciones entre Pensión 65 y Juntos; las interacciones con redes de asistencia y protección de tipo familiar y local; y el impacto de las transferencias monetarias en la alimentación, la inversión familiar y el ahorro en la familia del adulto mayor.
Por su parte, la directora ejecutiva de Pensión 65, Norma Vidal, destacó el interés del mundo académico en analizar los impactos de la intervención de este programa en la población adulta mayor en extrema pobreza y sostuvo que el estudio de Grade ayudará también a entender cómo la subvención económica que entrega el programa puede influenciar en el mercado de trabajo y la transferencia de activos y tierras en la población rural.
“Además se podrá conocer cuál es el impacto y los problemas que se pueden generar en aquellos casos en que una misma persona recibe la subvención de Juntos y Pensión 65”, indicó.
Vidal recalcó que el primer gran paso de Pensión 65 ha sido visibilizar a los adultos mayores más pobres que habían sido olvidados por gran parte de la sociedad.
“Ahora ellos van a los puntos de pago, son identificados físicamente, se han implementado estrategias con Reniec para otorgarles su DNI, y ahora pueden acceder a los servicios de salud del Estado”, indicó.
La directora ejecutiva de Pensión 65 indicó también que, en su intención por ir más allá de la subvención económica, el programa ha iniciado algunos pilotos sobre saberes tradicionales, con el objetivo de que estos conocimientos de los adultos mayores sean vistos en su comunidad como un activo.
PENSIÓN 65 Y JUNTOS
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli, dijo esperar que el estudio ayude a determinar las potencialidades de las interacciones de Pensión 65 con el programa Juntos, y también a entender qué pasa con la autoestima de estos adultos mayores que antes no existían para el Estado.
Precisó que los hallazgos de esta investigación podrían contribuir a mejorar el diseño del funcionamiento de Pensión 65 “en base a evidencia sólida sobre las características del programa”.
“El Estado y la sociedad están comenzando a ver un grupo que nunca antes habían visto, hay mucho que mejorar y explorar, pero sólo hacerlos visibles es un buen primer paso, además de tener más ojos cuidando cómo es que se lleva la atención a esta población vulnerable”, indicó.
Entre los impactos a medir con esta investigación, la titular de Desarrollo e Inclusión Social puso como ejemplo el caso en que la abuela encargada de sus nietos recibe las subvenciones de Juntos y Pensión 65.
“Ahí hay impactos que se pueden explorar, se deben conocer cuáles son los efectos y cuáles son las diferencias cuando en un mismo hogar la madre recibe la subvención de Juntos y el abuelo la ayuda de Pensión 65 “, señaló.
EL ESTUDIO DE GRADE
El estudio, que es parte de un proyecto regional coordinado por FEDESARROLLO de Colombia, pretende explorar los efectos que puede tener Pensión 65 en la asignación de recursos y roles, cómo afecta el género del usuario en las inversiones del hogar, y si realmente la subvención económica ayuda a que los usuarios empiecen a salir de la pobreza.
Para la investigación se analizarán entre 2,600 a 3,000 hogares, una muestra que permitirá cuantificar los diversos indicadores a evaluar y determinar si son positivos los impactos del programa en esta población vulnerable.
Los especialistas de Grade afirmaron que los cuatro años que durará la investigación son prudente para medir impactos de un programa social como Pensión 65.
En el primer año de trabajo los investigadores se dedicarán al recojo de la línea base, y luego de ese primer año, esperarán dos años más para que los efectos del programa se empiecen a materializar.