La Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público detuvieron esta madrugada a 20 integrantes de la organización criminal Los Dorados del Oriente, dedicados a la extracción ilegal de oro en la región de Huánuco, para luego ser enviado fuera del país a través de empresas exportadoras.
Las investigaciones contra Los Dorados del Oriente –iniciadas en noviembre de 2016– permitieron conocer que eran dirigidos por Emilio Alfredo Bustamante Díaz, o simplemente Emilio. Su principal función era la de inyectar capital para sostener las actividades ilícitas de la organización criminal.
El titular del Ministerio del Interior, Mauro Medina Guimaraes, sostuvo que «se ha dado un golpe limpio contra la minería ilegal y la corrupción. Este resultado es producto del trabajo conjunto entre la Policía Nacional y el Ministerio Público». Asimismo, explicó que «los implicados tambien son investigados por tráfico de insumos quimicos, lavado de acrivos y cohecho pasivo».
Organización criminal Los Dorados del Oriente
Desde el 2012, se dedicaban a la minería ilegal en la cuenca del río Pachitea, ubicada en la provincia de Puerto Inca. Si bien en un comienzo lo hacían de forma aislada y esporádica, hacia el 2015 ya habían perfeccionado sus técnicas de extracción y de financiamiento.
Al mismo tiempo, fueron captando funcionarios cuya responsabilidad era alertar a la organización criminal sobre el desarrollo de operativos de fiscalización e interdicción contra la minería ilegal.
Entre los hombres de confianza del cabecilla destaca Senón Puscán Chávez, alias Senón, cuya función era la de coordinador. Otro de sus lugartenientes era Juan Carlos Pomahuacre Cucchi, alias Juan Carlos, responsable de la exportación de la mercancía ilegal.
Según la PNP, Los Dorados del Oriente obtenían el mineral en la cuenca del Río Pachitea y sus afluentes, haciendo uso de embarcaciones o dragas artesanales. Contrataban personas de bajos recursos económicos, conocidos como ‘dragueros’, para ocuparse de dicha labor.
La extracción consistía en aspirar el fondo del río, colar el barro y mezclarlo con mercurio para separar el metal. Los insumos químicos eran proporcionados por los coordinadores de la organización criminal. Posteriormente, todos los residuos, incluyendo el tóxico mercurio, eran arrojados de vuelta al río.
El oro era acopiado en Puerto Inca y luego trasladado a la ciudad de Lima de manera personal o por encomienda aérea o terrestre.
Luego, el oro era acopiado por Senón Puscán Chávez, Marizta Panduro de Puscán y Senón Edwin Puscán Panduro.
Se trata de una pareja de esposos y su hijo, quienes reunían el mineral y organizaban su comercialización a Lima. En paralelo, se hacían cargo de proveer mercurio a los extractores y facilitarle a los dragueros trajes de buzo, combustible, motores, motobombas y toda clase de aparejos.
El oro era recibido en la capital por los financistas de la organización criminal, quienes se encargaban de darle metal apariencia de legalidad o formalidad para ser comercializado o exportado. El cabecilla Emilio Bustamante y su lugarteniente Juan Carlos Pomahuacre realizaban las gestiones con distintas empresas exportadoras para la salida del oro del país.
Las autoridades pudieron corroborar, además, que la organización criminal contaba entre sus colaboradores con un oficial y dos suboficiales de la Policía Nacional, así como tres oficiales de mar de la Marina de Guerra del Perú.
Ellos advertían sobre posibles operativos de fiscalización e interdicción contra la minería ilegal en la zona. Inclusive prestaban sus propias embarcaciones para la extracción ilegal del oro y apoyaban con el abastecimiento de combustible a las dragas artesanales.
Detenidos
Los efectivos policiales capturados han sido identificados como el comandante PNP José Luis Portillo Abate, jefe de la oficina de Inteligencia de Ucayali; y el SO2 PNP Wilkins Danner Ramos Trujillo, quien trabajaba en la comisaría de Mirones Altos. Al mismo tiempo, se intervino al OM3 Marck Anderson Cubas Lanazca.
Como parte de la acción policial también se intervino a Joann Bruce Hidalgo Tanchiva, alias Fiscalito, trabajador de la Fiscalía Penal de Puerto Inca.
Al frente del megaoperativo 20° del 2018 estuvo la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac). En la intervención participaron 374 efectivos, con el apoyo de 26 fiscales especializados en crimen organizado.
Las fuerzas del orden allanaron en simultáneo un total de 20 inmuebles, repartidos en Lima (nueve), Huánuco (nueve) y Ucayali (dos). Además, se incautaron tres armas de fuego y S/ 2 mil en efectivo.