Con la asistencia técnica del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), del Ministerio de Agricultura y Riego, los gobiernos regionales amazónicos de San Martín, Ucayali, Loreto, Amazonas, Junín, Madre de Dios y Huánuco avanzan con éxito en su proceso de zonificación forestal en beneficio de la población.
Así lo informó el director ejecutivo del Serfor, Alberto Gonzales-Zúñiga Guzmán, quien dijo que la zonificación forestal determina las potencialidades y limitaciones para el uso directo o indirecto de los ecosistemas forestales y otros de vegetación silvestre, además define las alternativas de uso de los recursos forestales y de fauna silvestre.
Agregó que la primera región que tendría lista la zonificación forestal de todo su territorio sería San Martín, quien está culminando la elaboración de su expediente con el apoyo técnico del Serfor, el mismo que tiene que pasar luego para la aprobación final del Ministerio del Ambiente (Minam).
Ucayali, con 3 millones 186 hectáreas de su territorio categorizadas, tiene también un importante avance de zonificación forestal. Las áreas corresponden a las zonas de protección y conservación ecológica; las reservas de tierras para pueblos indígenas en situación de aislamiento o contacto inicial; y los ecosistemas priorizados para la conservación de la biodiversidad, explicó Gonzales-Zúñiga.
Otra región cuyo expediente está por aprobarse este año es Loreto que zonificará gran parte de su territorio, mientras las demás mejoran sus avances gracias a la transferencia de recursos financieros del ejecutivo a los gobiernos regionales.
La zonificación forestal es un proceso clave para el ordenamiento en las actividades productivas, principalmente las vinculadas al sector forestal y el acceso a títulos habilitantes como concesiones, contratos de cesión en uso, entre otros.
Con información generada en el proceso se evita la superposición de derechos y con ello disminuye el riesgo de conflictos sociales. Adicionalmente, la zonificación forestal hace posible que todas las modalidades de aprovechamiento otorgadas respondan al potencial y a las limitaciones que brindan los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre; y que se pueda contar con la ayuda de los pequeños y medianos productores como custodios del bosque frente a la lucha contra la tala ilegal y la deforestación.