El gobierno no ha podido avanzar con las reparaciones individuales de los afectados por la violencia terrorista debido a dificultades que se han presentado con el Registro Único de Víctimas, reconoció Jesús Aliaga Baldeón, secretario ejecutivo de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel, CMAN, que lleva adelante el Plan de Reparaciones Colectivas.
“En lo colectivo si se están cumpliendo las metas, el déficit está en lo individual. Nosotros hemos encontrado dos universos de víctimas, una de ellas es la víctima resistente que aún se encuentra en la comunidad y que son la gran mayoría. La otra clase de víctimas son los pobladores desplazados, que no están en este registro de víctimas y, por ello, no pueden acceder a los programas de reparaciones”, señaló el funcionario.
En otro momento, Aliaga Baldeón explicó que con la entrega de los 31 millones de nuevos soles a los afectados por la violencia terrorista de 310 comunidades de Ayacucho y del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, a través del Programa de Reparaciones Colectivas, el gobierno ratifica la voluntad de honrar sus compromisos.
“A los 31 millones de soles debemos sumarle más de 9 millones de soles que también se entregaron en el 2009. Con todo esto llegamos a 40 millones de soles de reparaciones colectivas durante este año, que era la meta establecida por el gobierno”, explicó.
Sostuvo que a partir de la confianza que genera en los pobladores las reparaciones colectivas, “el Estado debe intervenir de manera multisectorial para hacer llegar titulación, agua, carreteras e infraestructuras a la zona”.
Reparaciones en el VRAE
El funcionario indicó que el Programa de Reparaciones también interviene en 250 comunidades del valle del Río Apurímac y Ene, VRAE, donde aún están activos remanentes terroristas de Sendero Luminoso, con el financiamiento de 134 proyectos por un monto de 13 millones 250 mil soles.
“Sólo en este año, el Estado ha intervenido en cien comunidades del VRAE, mientras que en Ayacucho se han entregado obras en 464 comunidades”, anotó.
Aliaga Baldeón mencionó que entre las comunidades que se beneficiaron con las reparaciones en el VRAE se encuentran Chungui, en donde se realizó un proyecto de ganado vacuno. Dijo que Ayahuanco, donde se han hecho proyectos de riego tecnificado, es otra de las comunidades en donde intervino el Estado con este Programa de Reparaciones Colectivas.
“En Llochegua también se han podido realizar obras de infraestructura educativa, en Río Tambo hay hasta 29 proyectos. La comunidad de San José de Secce no puede ser beneficiada porque no está en el Registro Único de Víctimas, y hay otras comunidades más que no pueden ser reparadas porque no están en el registro”, manifestó.
Gobierno ha desembolsado 117 millones de nuevos soles
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, aseguró que el Gobierno, a través de la PCM, ha desembolsado en estos últimos tres años alrededor de 117 millones de soles para apoyar a mil 72 proyectos.
Además, hizo un llamado para establecer una alianza destinada a luchar contra el terror y erradicar la violencia.
“El país tiene que ser capaz de que sus pueblos, sus autoridades, sellen en una alianza indestructible el camino de paz que genera el ambiente propicio para que las futuras generaciones transiten por la vía del bienestar y desarrollo.”
Velásquez Quesquén informó que en diciembre próximo la Comisión Especial de Reparaciones, que preside Sofía Macher, debe entregar el listado de las víctimas del terrorismo, a fin de establecer una política de reparaciones individuales, que empezaría el próximo año en los campos de la educación y la salud.
Comentó que se agregarán 10 millones de soles del aporte minero al presupuesto a ser dedicado al tema de las reparaciones.
La ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, el ministro de Agricultura, Adolfo de Córdova, y el jefe del Cofopri, Omar Quesada, también participaron en la ceremonia de entrega de cheques a las comunidades afectadas por la violencia, realizada en la sede la PCM, que convocó a medio centenar de alcaldes, regidores, comuneros y ronderos de las comunidades campesinas y nativas que llegaron para la ocasión a la capital.
En agradecimiento al apoyo del Estado, diversos dirigentes comuneros entregaron a Velásquez Quesquén un poncho, una alforja, una chalina y hasta un sombrero. El jefe del Gabinete Ministerial lució esta indumentaria típica de la serranía por varios minutos, durante la parte final de la mencionada ceremonia.
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