El Perú se encamina hacia un boom de la palma aceitera en la Amazonía; sin embargo, no está preparado institucionalmente para enfrentarlo. Esta es la conclusión a la que han llegado diversas organizaciones de la sociedad civil al analizar esta mañana el desarrollo del negocio de la palma aceitera en el Perú durante los últimos seis años.
La Enviromental Investigation Agency (EIA), Oxfam en el Perú, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonía Peruana Peruana (Aidesep) y la Federación Regional de Ind{igena Shawi de San Martín (Ferisham) presentaron esta mañana nuevas investigaciones y estudios que demuestran la expansión de plantaciones agroindustriales de palma aceitera a costa de la deforestación de la Amazonía peruana.
Esto se da debido a la alta demanda a nivel internacional del aceite de palma, el cual es utilizado en diversos mercados. Asimismo, las plantaciones de palmas aceiteras se propagan en la Amazonía debido a la debilidad estructural del Estado para implementar sanciones a las empresas dedicadas a este rubro, las cuales deforestan impunemente grandes territorios de la Amazonía con el fin de generar plantaciones de palmas aceiteras.
Julia Urrunaga, directora de programas de EIA advirtió que esta situación pone en riesgo 150 mil hectáreas de bosques primarios de la Amazonía, lo cual equivale a 300 mil canchas de fútbol. Por otra parte Ely Tangoa, presidente de la Ferisham explicó que se han deforestado ilegalmente 29 hectáreas de bosques vírgenes donde habitan comunidades indígenas en San Martín. Dichos pueblos pretenden frenar esta situación mediante la obtención de títulos de propiedad, proceso que se encuentra actualmente estancado por problemas burocráticos en la región de San Martín.
DATO
Se estima que hoy existen unas 60 mil hectáreas de palma aceitera sembradas en la Amazonía peruana. De acuerdo a los proyectos agroindustriales en trámite, esa superficie se podría triplicar en el corto plazo, especialmente en Loreto, Ucayali y San Martín.