A fin de remediar los efectos causados por los pasivos mineros, especialmente mediante programas de atención médica y de descontaminación, el Gobierno declarará en emergencia ambiental a las localidades de Champamarca, Quiulacocha, Paragsha y el asentamiento humano José Carlos Mariátegui, en el departamento de Pasco.
Así lo anunció el presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés Dancuart, quien informó que la decisión gubernamental le fue comunicada esta mañana a una delegación de Pasco encabezada por el presidente regional, Kléver Meléndez, quien previamente sustentó los altos niveles de contaminación existentes en las zonas mencionadas.
Entretanto, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, explicó que la emergencia ambiental debe ser entendida como una forma de compatibilizar los deseos y las necesidades de salud ambiental e individual de la población, con el desarrollo de una actividad productiva más no como una medida excluyente. Pulgar Vidal señaló que se trabajará inmediatamente para viabilizar la medida de emergencia.
Por su parte, el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, recordó que cuando se privatizó Centromín, el Estado asumió la responsabilidad de la remediación de los pasivos mineros que afectaban a Quiulacocha.
Añadió que se creó un fondo con 20 millones de dólares, pero pasado el tiempo no hay una solución porque luego, también salió la ley de reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco.
A su turno, el presidente regional de Pasco, Kléver Meléndez, adelantó que para agilizar la declaratoria de emergencia presentará el próximo miércoles el plan de acción correspondiente a su jurisdicción.
La emergencia ambiental implicará la intervención del gobierno central, del gobierno regional y de los gobiernos locales de las áreas afectadas, que deberán diseñar y ejecutar las políticas y estrategias con la participación económica y técnica del agente contaminante, en la puesta en marcha de programas de atención médica de la población afectada y las acciones de protección y/o aislamiento de la zona.
La población de estas zonas sufre problemas de salud como consecuencia de la contaminación en el aire, el agua y el suelo, ocasionada por los pasivos mineros.