El presidente Evo Morales anunció el sábado que en su nueva gestión de gobierno buscará legalizar una pequeña parcela de coca para cada cocalero, con lo cual elevaría un 66% la extensión de tierras para cultivar legalmente esa planta, informó Miami Herald.
Durante un discurso público, tras una reunión de evaluación de su gobierno con movimientos sociales y cocaleros, Morales señaló que después de las elecciones del 6 de diciembre en que salió reelecto y en las que logró también una mayoría en la Asamblea Plurinacional (legislativo) legalizará el ‘cato’ o una pequeña parcela de coca de 40 por 40 metros.
«Legalicemos el cato de coca con la cantidad de parlamentarios que tenemos, porque legalmente la ley 1008 no reconoce el cato de coca y con la fuerza sindical y con la fuerza electoral estamos haciendo respetar el cato de coca y ahora lo haremos legalizar», expresó Morales, quien también es el líder del sector cocalero.
La Ley Antidroga 1008 establece que están permitidos unas 12 mil hectáreas de sembrados de coca para usarla con fines tradicionales pero en el 2005 el movimiento cocalero con el gobierno del ex presidente Carlos Mesa se acordó que se les permitía la siembra de un cato por afiliado.
Las intenciones de Morales es elevar con una nueva ley a unas 20 mil las hectáreas para cultivar coca legalmente. Sin embargo, casi al final del año, la fuerza antidrogas boliviana confiscó 26,6 toneladas de cocaína y logró un récord en decomisos de marihuana con casi 2.000 toneladas de esa droga.
La policía también desbarató 16 laboratorios clandestinos para producir cocaína, varios de ellos operados por colombianos.
Según un informe de la ONU, la capacidad potencial para elaborar cocaína en Bolivia se incrementó en 9% el año pasado hasta 113 toneladas de la droga debido a una mayor disponibilidad de coca. Mientras tanto, Morales expulsó a la agencia antidroga de Estados Unidos DEA y al embajador de ese país Philip Goldberg, acusados de complotar en contra de su gobierno.