El analista en temas de narcotráfico y seguridad, Rubén Vargas, consideró que el gobierno de Bolivia intenta eludir su responsabilidad en el incremento del narcotráfico en su país cuando culpa al Perú del fenómeno que sería causa de una supuesta sobreproducción de drogas cocaínicas.
En conversación con INFOREGIÓN, el experto aseguró que las afirmaciones del coronel boliviano Óscar Nina, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico FELCN, al respecto, son poco acertadas y revelan un desconocimiento del negocio del tráfico ilícito de drogas.
“No creo que haya una sobreproducción de cocaína en el país, sino simplemente no se presentaría un aumento sostenido de cultivos de hoja de coca. Hay que recordar que esta afirmación de las autoridades bolivianas no es nueva, y que ya el año pasado el canciller de Bolivia, Choquehuanca, señaló que su país se estaría convirtiendo en la ruta de tránsito hacia los mercados de Europa y del MERCOSUR de la cocaína que proviene del Perú”, indicó.
Dijo que la intención del país gobernado por Evo Morales es, además de eludir su responsabilidad, presentar al Perú como el responsable del problema del narcotrafico en terrirtorio boliviano.
“Como si nosotros estuviésemos llevando la cocaína que se produce a ese territorio y Bolivia se convierta en una especie de víctima de las organizaciones criminales que comercializan la droga que se produce en el Perú”, añadió.
Afirmaciones no resisten el menor análisis
Vargas Céspedes añadió, más adelante, que las afirmaciones del jefe de la FLCN boliviana no resisten el menor análisis, pues señalar que la cocaína peruana es vendida a 700 dólares el kilo en tierras altiplánicas cuando en las cuencas cocaleras nacionales este producto alcanza los 1500 dólares es un contrasentido.
“Partamos de que el negocio de las drogas se sustenta principalmente en la ganancia pues el único elemento que lleva a comercializar la cocaína son los altos indices de ganancia que existe detras de este negocio, por eso llevar cocaína que se produce en Perú y que en las cuencas cocaleras cuesta entre 1200 y 1500 dólares el kilo a Bolivia para venderla allí a 700 dólares es un contrasentido que no resiste el menor analisis”, destacó.
“El narcotraficante no va a comprar a 1500 dólares para vender a 700 en Bolivia con todo lo que significa el traslado y los riesgos que eso trae. La verdad, estamos hablando de una droga que se comercializa porque es absolutamente rentable”, aseveró.
Debido a ello, consideró que afirmar que la cocaina producida en Perú es vendida en Bolivia revela el deconocimiento del negocio de las drogas cocaínicas.
Explicó que el alto consumo de drogas en Bolivia se debe principalmente a que el gobierno de Morales ha relajado los controles y prácticamentes promueve los cultivos de hoja de coca bajo el argumento de que estas tienen propiedades curativas o medicinales, que como se sabe, es una gran falacia.