El presidente argentino Mauricio Macri aprobó medidas que endurecen el control migratorio en su país y aceleran los procesos de expulsión en caso de delitos y de ingreso clandestino de extranjeros, a través de un decreto publicado hoy en el Boletín Oficial.
El gobierno dijo que «recientes hechos de criminalidad organizada» justifican la medida, que también busca acelerar las deportaciones, sin requerir una condena firme, a través de un «procesamiento migratorio especial de carácter sumarísimo», de no más de dos meses. Se alega que actualmente concretar órdenes de expulsión «puede llegar a siete años de tramitación».
El decreto firmado por Macri y todo su gabinete precisa que el procedimiento sumarísimo se aplicará a extranjeros involucrados en hechos delictivos y «a quienes hubieren ingresado en forma clandestina al territorio nacional».
«Ponemos límites a quienes vienen a delinquir. Trataremos de expulsarlos. Antes había controles pero no había una política clara del Poder Ejecutivo en este tema», declaró el director de Migraciones, Horacio García.