El Ministerio de energía y Minas viene elaborando el “Plan Energético Nacional 2012 -2021”, plan de suma importancia para la toma de decisiones estratégicas a largo plazo en los temas energéticos, que deberá garantizar laseguridad y soberanía energética del país, potenciando el desarrollo inclusivo y el abastecimiento de la demanda industrial y doméstica (urbana y rural) de manera sostenida y sostenible.
Este proceso de planificación energética es una oportunidad para labrar una visión integral del país que direccione al unísono los esfuerzos del sector público, el sector empresarial y de la sociedad civil, cimentando las bases de la gobernanza energética para que los planes sean perdurables, confiables y respaldados por los actores.
Genera expectativas que el Plan Energético Nacional sea el primer documento de planificación nacional que aplicará la Evaluación Ambiental Estratégica, que es un instrumento para prevenir posibles implicancias ambientales negativas significativas, establecido en el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, que asegura la inclusión del componente ambiental y social en el diseño de las políticas, planes y programas gubernamentales.
Un documento de esta envergadura, dadas sus implicancias políticas, económicas, sociales y ambientales, debe generarse en un marco de gobernanza que contemple mecanismos de transparencia, de coordinación intergubernamental e intersectorial, y de participación, asegurando el cumplimiento de derechos como el derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas y el derecho de participación ciudadana.
Alcanzar la gobernanza en el Perú es un reto. Para ello se requiere de voluntad política y apertura de las autoridades pues se sustenta en procesos legitimados y concertados. En ese sentido es un reto para el Estado hacer de la planificación una oportunidad para construir gobernanza en escenarios participativos basados en el diálogo transparente y representativo de los actores claves que canalicen la discusión más allá del ámbito técnico, incluyendo las variables ambientales, sociales y económicas, sólo así se podrá caminar hacia una política y planificación energética concertada.
FUENTE: Diario La Primera