Los nevados ubicados en el sur del país también están sufriendo el impacto del cambio climático y, entre ellos, uno de los más afectados es el Quelccaya, en la Cordillera Vilcanota (Cusco), al cual, según los expertos, solo le quedan 10 años de vida.
Según la Sociedad Geológica del Perú, los últimos estudios realizados en el lugar han establecido que el retroceso glaciar era de seis metros de promedio anual durante los primeros 15 años, mientras que en los últimos 15 ha pasado a 60 metros por año, y el último año retrocedió 150 metros.
“Esto evidencia un calentamiento del clima sin precedentes que afecta el abastecimiento de agua”, sostuvo José Macharé Ordóñez, especialista en cambio climático, quien refirió que el Quelccaya es solo uno de los nevados que está mostrando cómo ha sido el clima del Cusco y de América del Sur en los últimos 1,500 años.
La inmensa montaña, de 44 kilómetros de extensión y ubicada a 5,500 metros de altura, es considerada el nevado tropical más grande del mundo, pero su masa glaciar casi se ha reducido a la mitad en los últimos 30 años.
Pero el Quelccaya no es el único. Glaciares de la Cordillera Blanca, como el Broggi o el Yanamarey, muestran retrocesos de más de 700 y 500 metros en los últimos 60 años. En esta parte del país, en general, la superficie cubierta por hielo en el Perú ha disminuido en 20% desde 1970.
El científico Manuel Aguilar Villalobos advirtió que, ante el ritmo acelerado de desglaciación, para el año 2050 todos los glaciares situados entre los 3,500 y 4,200 metros de altura serán gravemente afectados.
El experto dijo que, de acuerdo con las mediciones realizadas en el Perú por diferentes investigadores, las proyecciones para 2100 estiman un aumento de la temperatura de entre 4.5 y 5 grados sobre lo ya existente, lo cual podría ser catastrófico.
“Un aumento en esa magnitud significaría cambios extremos, como la inmigración de especies y luego de ello vendría la extinción”, manifestó.