Odebrecht Perú, empresa constructora de la Central Hidroeléctrica Chaglla y el Complejo Hidroenergético Pillao, viene desarrollando un modelo efectivo de gestión de los residuos generados por el avance de la obra como parte de sus acciones de responsabilidad ambiental.
Así, cuenta con un sistema único que consiste en la separación de los residuos desde el momento en que son desechados y, para ello, en los diferentes frentes de obra del proyecto se encuentran cilindros segregadores, identificados por colores según el tipo de residuos que deben contener.
Según explicó el ingeniero Daniel Jara, esto ha posibilitado la revegetación –hasta la fecha- de 35 hectáreas en la zona de las obras gracias a la reutilización de abono natural elaborado a partir de los residuos de frutas y verduras de los diversos comedores
“Todo lo que se considera chatarra va a Siderperu o Aceros Arequipa, residuos metálicos. Los residuos imposibles de reutilizar, como baterías o toners se compactan y se trasladan a Lima para su disposición en rellenos sanitarios, completándose así el ciclo de disposición final”, manifestó Jara a INFOREGIÓN.
En cuanto a la madera, el especialista señalo que mensualmente se generan 270 metros cúbicos los cuales, mediante un proceso de trituración, quedan listos para el compostaje y otra cantidad se dona a las comunidades cercanas para que lo usen como leña. “A la fecha Odebrecht Perú ha donado casi tres mil metros cúbicos de madera”, destacó.
Dentro del sistema de Odebrecht Perú cuenta también con un área de bioremediación. “Cuando hay algún derrame de combustible de algún vehículo, por ejemplo, se recoge toda la zona contaminada y se la dispone ubica en esta zona. Por un proceso de oxigenado, lavado y la luz solar, todo queda descontaminado”.
Un proceso parecido ocurre con las aguas servidas de los servicios higiénicos las cuales son procesadas para que se descompongan en líquidos y sólidos. Las sustancias líquidas ambientalmente limpias se reutilizan para irrigar los platanales.