Ronald Campbell, gerente general de Palma del Espino, manifestó que la experiencia exitosa de esta empresa del Grupo Romero que logró reemplazar el cultivo ilegal de la hoja de coca por la palma aceitera, podría replicarse en la zona del VRAE pero con otro tipo de productos adecuados a sus condiciones climáticas.
“En el VRAE se podría hacer con otro tipo de cultivos pero esto implica tener el compromiso, la dedicación y tomar el riesgo. Sabemos que en el VRAE el café y el cacao son opciones y allí se pueden armar cadenas productivas importantes pero requieren del apoyo de una empresa líder que los guíe, que los eduque que los ayude con el financiamiento, no que les regale, hablamos de apoyo financiero, técnico, en educación e inversión” manifestó que directivo.
Asimismo comentó la experiencia que fue el montaje de esta empresa que comenzó con la siembra de palmas aceiteras en regiones de la selva donde la hoja de coca era ilegal, había terrorismo y sin embargo, vencieron los obstáculos y ganaron.
“Este trabajo se inició hace poco más de 30 años, a través de una iniciativa del grupo Romero en buscar nuevas zonas para la producción de aceite vegetal, pues el Perú ha sido deficitario del suministro de aceite vegetal toda la vida. El Estado había tenido una iniciativa anterior con Endepalma, produciendo palma en la zona de Tocache, y la empresa se funda en una zona cercana en el año 78, empezando las siembras en el año 81”, comentó Campbell.
El gerente de Palma del Espino explicó que la empresa tuvo épocas difíciles, como en 1984 por los ataques terroristas y la situación difícil que se vivía en el país y se complicó más por la violencia y el narcotráfico.
Luego mencionó los cambios que se produjeron en los 90 gracias al trabajo de interdicción y el apoyo de organismos internacionales para desarrollo alternativo y ayuda pequeños agricultores, “pero salimos adelante con la confianza, el esfuerzo y el entusiasmo de todo el equipo de trabajo”, puntualizó.
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