El ingreso de organismos genéticamente modificados, OGM, o transgénicos al mercado peruano tiene que ser visto por el Gobierno Peruano como un tema de largo plazo, pues primero hay que ver qué conviene a la economía de los peruanos, señaló el reconocido cocinero peruano Gastón Acurio.
En declaraciones a la prensa local, resaltó que la agricultura transgénica responde a la naturaleza de un país que tiene pocos climas, monocultivos y grandes extensiones.
«Estos países están influenciados por un mismo clima para hacer grandes plantaciones de un producto transgénico y venden grandes volúmenes, y por economía de escala tienen márgenes de ganancia», precisó.
El reconocido chef precisó que nuestro país tiene una realidad totalmente opuesta a la antes descrita, pues es un país megadiverso, con 28 climas de los 32 que existen en el mundo.
Agricultura boutique democratiza la economía
«Cada 50 kilómetros te encuentras con un valle diferente y ello no sirve para grandes extensiones de cultivos, pero sí sirve para hacer un país boutique», refirió.
Explicó que, debido a ello, el Estado debe apostar por la agricultura de altísima calidad, en pequeña producción y a un gran valor de mercado.
«Chile, por ejemplo, es un exportador de grandes cantidades de manzanas, pero cada día tiene que lidiar con el precio. El Perú podría ser un gran exportador de la manzanita que va en cajita y que la venden a cinco dólares en Japón, el cacao, café, chocolate, etcétera y todos los productos por descubrir», ejemplificó.
Acurio sostuvo que la apuesta por la agricultura boutique democratiza los resultados económicos, ya que representa a pequeños productores, asociaciones y agricultores que apuestan por la calidad y reciben beneficios.
«En cambio, en transgénicos hablamos de un solo propietario de una gigantesca institución que cultiva transgénicos y que condena a la pobreza a los trabajadores y agricultores. Aquí se trata de tomar un camino o el otro. El camino del Perú debe responder a su entorno», reiteró.
Perú, país orgánico
En ese sentido, puntualizó que de lo que se trata es de promover que el Perú tenga como política de Estado ser un país orgánico, cuyas políticas agrícolas estén orientadas al fomento, a la creatividad, a la promoción y producción de alta calidad para nichos de productos nativos.
Debido a ello, el destacado cocinero opinó que una de las mejores herramientas para promover la agricultura orgánica es la creación de un Consejo Regulador de Denominaciones de Origen, tal como existe en Japón y Estados Unidos.
«(Un ente que), desde Tumbes hasta Tacna, desde el Amazonas hasta los desiertos en la costa, hay que encontrar esos productos de nicho, darles ese marco regulador de calidad para que los agricultores trabajen en ese sentido y no haya alguien que les saque la vuelta», resaltó.