Hace unos días la huanuqueña Lidia Rosario Calderón Elías, llegó hasta la escalinata de la Puerta Principal de Palacio de Gobierno para recibir el certificado y el cheque que la acreditan como beneficiaria del Programa Beca 18, la llave que le permite aprovechar al máximo su inteligencia y labrarse un futuro mejor.
El Presidente de la República Ollanta Humala Tasso, iniciador del programa, se paró frente a ella y la saludó estrechando sus manos y besándola en la mejilla.
Lidia tiene 16 años, cabello largo, rostro pequeño y delgado. Es miembro de un hogar usuario del Programa JUNTOS, adscrito al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), en Huánuco. Con el dinero que su familia ha recibido del Programa, le han podido comprar útiles escolares y alimentos. “El programa JUNTOS es de gran ayuda porque mi familia no tiene recursos”, sostiene Lidia.
Su sonrisa se mezcla con las de los más de mil adolescentes procedentes de todo el Perú que con sus buzos deportivos adornan de plomo, blanco y rojo el patio de Palacio. Lidia al igual que el resto de jóvenes celebran el inicio de Beca 18, el programa que materializa la política gubernamental de inclusión social pagando íntegramente los estudios superiores a jóvenes con talento pero sin recursos económicos, como es el caso de Lidia.
Lidia vivía en el caserío Malpaso, distrito de Conchamarca, provincia de Ambo, en Huánuco. Lucio Calderón Gallardo y Nicolaza Elías Rojas son sus padres y ella es la cuarta de cinco hermanos: Eliana, Luis, Denise, Lidia y Rodrigo. Convivía con su familia en una casa con paredes de adobe, techo de calamina, sin agua y sin luz eléctrica.
La joven de JUNTOS recuerda y cuenta sin temor ni vergüenza sus orígenes. “Mis padres son campesinos y cultivan hortalizas, frijoles, maíz y camote que mi madre vendía todos los sábados en una feria que se realiza en la avenida Alameda de la República, en Huánuco. Yo también la ayudaba a vender”, comenta.
Asistir al colegio San Lorenzo de Conchamarca le tomaba una hora de caminata diaria por el campo. “Un día mi padre regresó a casa y me dijo que si yo quería seguir estudios superiores, debía presentarme al concurso de Beca 18. Era la única manera que tenía para estudiar. Me presenté y gané”, cuenta alegre.
La beca que el Estado le financia va de 150 a 200 mil soles para todos los años de estudio y le cubre el pago del instituto, los libros, los pasajes, la alimentación, el hospedaje y hasta los trámites para tramitar su título. Beca18 paga directamente todos sus gastos.
“Mi madre siempre me decía que debía estudiar y estudiar. Que la única manera que tenía para salir de la pobreza era con el estudio. Yo estudié mucho en el colegio y ahora estudiaré mi carrera. Yo les digo a los jóvenes que estudien mucho. El estudio es el camino para lograr las metas”, dijo.
El presidente Ollanta Humala ha dicho que los jóvenes de Beca 18 deberán volver a su tierra a trabajar por lo menos tres años asumiendo un compromiso con sus familias, con su comunidad y con su país.
Lidia ya inició sus estudios de Industrias Alimentarias en el Instituto Superior Tecnológico Aparicio Pomares de Huánuco y ha pensado que al terminar su carrera le gustaría crear una microempresa para procesar alimentos con productos de su tierra.
Los comentarios están cerrados.