El controvertido personaje conocido como Freddy “Nacho” Fernández, quien se desempeñó como alcalde del distrito Mariano Dámaso Beraún, Las Palmas, hasta que fue vacado por el Jurado Nacional de Elecciones, no retornará a la alcaldía de ese municipio, tal como lo quieren hacer creer sus allegados y seguidores a través de algunos medios de comunicación, en los que mostraron un documento emitido por el Tribunal Constitucional.
Malinterpretando el documento, los allegados a Fernández, señalan que este Tribunal les habría dado la razón en su pugna por volver al municipio distrital y que su retorno es cuestión de días.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional no se ha pronunciado al respecto, simplemente resolvió una demanda paralela que hizo Fernández al considerar que sus derechos fueron vulnerados por la Corte Superior de Huánuco.
La resolución del TC precisa que la Corte de Huánuco, declaró infundada la pretensión de Fernández de revisar su caso con el estudio de las pruebas presentadas para su defensa y sin embargo, sí lo hizo para resolver la demanda en su contra.
Esta resolución del Tribunal no tiene nada que ver con relación al fallo del JNE para la vacancia de Fernández y sólo le indica a la Corte Superior de Huánuco que debe admitir la demanda para tramitarla de acuerdo a ley, luego de lo cual podrá resolver a favor o en contra del demandante.
Sin embargo, los allegados de Fernández han interpretado a su conveniencia esta resolución y vienen asegurando en diferentes medios que el Tribunal Constitucional le dio la razón a “nacho” y que su retorno a la alcaldía de Las Palmas es inminente.
El controvertido periodista se convirtió en alcalde de Las Palmas y luego fue destituido en mayo del 2008 por el JNE tras ser encontrado responsable de una serie de irregularidades administrativas durante su gestión, las mismas que fueron documentadas por un grupo de regidores de su propia municipalidad.
Tras su defenestración retornó a sus antiguas labores radiales convirtiéndose en acérrimo enemigo de las tareas de erradicación de hoja de coca ilegal que realiza el Corah en el Alto Huallaga, entidad en la que sin embargo trabajó en los años 90.
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