El presidente de la ronda campesina del caserío de “Nuevo Sullana”, en Moyobamba, Alfonso Terrones Oblitas, fue asesinado con un arma de fuego, mientras realizaba labores agrícolas en su chacra.
La necropsia corroboró que el hombre fue víctima de una ráfaga realizada con perdigonera encontrándosele ocho orificios de entrada en la parte superior de la espalda con ocho orificios de salida en la parte del pecho.
Cuando los peritos y el fiscal de turno, Carlos Enrique Ulloa Escobedo, llegaron al lugar de los hechos, la familia del rondero se negó a que el cadáver sea trasladado hasta las instalaciones del Instituto de Medicina Legal (IML) para que se le practique la necropsia de ley.
Ante ello, el fiscal convenció a la familia de trasladar el cuerpo hasta el local comunal del caserío de Nueva Sullana para que allí mismo el personal profesional del IML haga el examen.
Este es el primer levantamiento del cadáver y necropsia que realiza el Ministerio Público de Moyobamba en lo que va del año y marca el inicio de una nueva forma de trabajo en la Fiscalía Penal de Moyobamba, que es la de realizar las necropsias en los mismos caseríos donde se hallan los cadáveres.