Según informaciones de la revista Caretas, en la tarde del viernes 10 de agosto, en el despacho del ministro del Interior, Luis Alva Castro, en el distrito de San Isidro, la Fiscal de la Nación, Adelaida Bolívar, solicitó una entrevista con Alva para discutir un picante tema: la investigación policial y fiscal a la familia Sánchez Paredes por desvío de insumos químicos al narcotráfico.
Algunas fuentes muy informadas detallaron a la revista que a Alva lo acompañaron el director de la Policía, general David Rodríguez Segeu; el jefe de Estado Mayor, general Julio Coa y el jefe de la Dirección Antidrogas (Dirandro), general Miguel Hidalgo. Mientras que en una oficina contigua al despacho ministerial aguardaba el comandante PNP Wenceslao Núñez Toledo, jefe del equipo policial que investiga a los descendientes del asesinado Perciles Sánchez Paredes, con 30 años de servicio y trayectoria impecable.
En la reunión, afirmaron las fuentes, Bolívar, lucía enfadada. Se quejó de que los policías filtraban información a la prensa y los acusó de haber desatado una campaña “infundada” en contra de los dos fiscales encargados del caso y cuando mandó llamar al comandante Núñez, lo emplazó a que detallara sus denuncias.
Entonces, Núñez lamentó que el fiscal de Cajamarca, José Castillo Espejo, y la fiscal de Trujillo, María Milian Solar, mostraran un comportamiento “inusual” en el caso y obstruyeran las pesquisas policiales. Pero Bolívar lo acusó de haber actuado con “incompetencia” y hasta cuestionó su trabajo al haber formulado las denuncias, por lo que el comandante se defendió afirmando que él es abogado de carrera.
Antes de marcharse, en tono irónico, Bolívar indicó que la Policía tiene la opción de “apelar”, si el fiscal de Cajamarca decide archivar el caso. Ya a solas, Alva alentó al comandante Núñez. “No hagas caso y continúa adelante”, lo habría dicho, pues luego de cuatro meses de investigación policial, las cosas comienzan a complicarse.