Desgracia en Asia. El tifón Sakira castigó el último domingo el norte de Filipinas. El saldo que dejó su paso fue de al menos dos personas muertas y más de 15 mil desplazados. Vale decir que la región se salvó de mayores desastres debido a la velocidad de la tormenta.
Así, el desastre golpeó la provincia de Aurora el domingo y salió alrededor del mediodía después de castigar provincias agrícolas densamente pobladas, incluyendo regiones montañosas propensas a deslaves.
A las 4 de la tarde, la tormenta estaba sobre el Mar del Sur de China, a unos 260 kilómetros (160 millas) de la costa filipina y se movía al noroeste a 24 kph (15 millas). Se confirmó que habían vientos sostenidos de 130 kph (80 mph) y ráfagas de hasta 200 kph (125 mph), según la agencia del clima de Filipinas.
Además, la tormenta obligó a más de 15 mil 700 pobladores a dejar sus viviendas en cinco provincias del norte y a acudir a uno de los 132 refugios de emergencia, de acuerdo con la agencia de respuesta a emergencias. Los fuertes vientos y lluvia derribaron árboles y postes de luz, causando apagones inundaciones en las cinco provincias.
“Todavía tenemos que esperar los detalles completos pero creo que la situación es manejable”, dijo Ricardo Jalad, jefe de la Oficina de la Defensa Civil. “Los techos de algunas casas fueron arrancados, hay árboles caídos. Esos son los daños que hemos recibido hasta ahora, y no es tan serio”, agregó.
Por su parte, Nelianto Bihasa, alcalde de Baler, un popular sitio de surf en Aurora, dijo que los fuertes vientos arrancaron techos a muchas casas y derribaron árboles y postes.