El fenómeno de El Niño, que se caracteriza por un calentamiento inusual de la superficie del océano Pacífico, ha llegado a su pico, pero seguirá influyendo en los patrones climáticos de todo el mundo hasta mediados de 2010 antes de desvanecerse, informó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Sin embargo, el organismo de Naciones Unidas ha dicho que aún existe incertidumbre en los pronósticos por lo que no se descarta que el fenómeno se extienda hasta más allá de mediados de año.
En enero y febrero, las condiciones en el Pacífico Tropical seguían mostrando la presencia de un episodio de El Niño, aunque se considera que éste alcanzó su pico en noviembre y diciembre, con temperaturas del océano de 1,5 grados Celsius por encima de las normales, y que desde entonces está en declive. El fenómeno normalmente dura entre 9 y 12 meses.
Condiciones normales se restablecerán
“El Niño ya está en fase de declive. Preveemos que para mediados de año estará completamente desaparecido y se restablecerán las condiciones normales”, indicó Rupa Kumar Kolli, experto de clima de la OMM.
“Aún en la fase de declive que se espera para los próximos meses, las condiciones asociadas con El Niño continuarán influenciando los patrones climáticos al menos hasta el segundo trimestre del año”, afirma la OMM.
Tradicionalmente, El Niño provoca condiciones de sequías en las áreas occidentales del océano Pacífico, como el sureste de Asia e Indonesia, así como partes de Australia y condiciones más lluviosas en las áreas costeras de Suramérica.
Se pueden repetir sequías
Las temperaturas más cálidas del mar a lo largo de algunas regiones costeras de Latinoamérica han causado fuertes lluvias, pero éstas se han limitado a áreas pequeñas, a diferencia de otros años cuando El Niño provocó grandes inundaciones en vastas áreas de Perú y Ecuador.
El Niño también se ha vinculado a una temporada débil de huracanes en el Atlántico, según el experto de la OMM, que ha dicho que a mediados de año podría comenzar el fenómeno opuesto de enfriamiento del mar, conocido como La Niña, pero aún es muy pronto para pronosticarlo.