En el Perú, las celebraciones por el Día Internacional de la Mujer sirvieron para poner en evidencia que la violencia contra ellas no tiene cuándo acabar. Una de las expresiones más cruentas de esta situación es el feminicidio, un crimen cometido por agresores con la intención de dominar, controlar y negar la autoafirmación de las mujeres como sujetos de derecho.
Según Gaby Cevasco, directora de la ONG Flora Tristán, durante 2010 se registraron 117 casos de feminicidio a nivel nacional y 43 casos de tentativa de ese delito. “Eso significa que cada mes más de 13 mujeres sufren agresiones que buscan causar su muerte. Diez mueren como consecuencia de la violencia de género”.
Las regiones con mayor número de casos fueron Lima (29%), Arequipa (17%), Junín (13%), Ayacucho (6%), y Puno (6%). El 77% de las mujeres asesinadas tenía entre 18 a 45 años.
En cuanto a los agresores, el 49% señala que cometió el crimen por celos, el 21% por negación de la mujer a mantener una relación de pareja y el 14% ante la inconformidad por la ruptura de la relación.
“Detrás de estos supuestos motivos, se esconde la real situación de poder que envuelve a estos crímenes: el deseo de dominar la vida, decisiones, cuerpo, sexualidad y subjetividad de las mujeres, quienes continúan siendo identificadas como objetos y no como sujetos de derechos”, explica Cevasco.