Once vidas fueron necesarias para movilizar a autoridades, nacionales, regionales y locales e iniciar medidas preventivas ejecutando acciones inmediatas en las zonas afectadas por el fuerte alud que sorprendió a la ciudad y enlutó a 11 familias ayacuchanas el 16 de diciembre del año pasado. Los deudos aseguran que se trató de una negligencia de la municipalidad provincial.