La sentencia que dictaminó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de que el Perú resuelva en su sede interna la polémica resolución emitida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema sobre el caso Barrios Altos, encaja y favorece la posición del Estado peruano, según expresó la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Eda Rivas Franchini.
La Ministra de Justicia resaltó que el Procurador Supranacional, Oscar Cubas, presentó ante la CIDH una acción de amparo en rechazo al fallo determinado por Javier Villa Stein, presidente de la sala penal, y que favorece a los miembros del denominado grupo Colina.
“La Corte IDH pudo haber ordenado que se anule el fallo, pero no lo ha hecho. Lo que ha hecho es decirle al Estado peruano que resuelva sus problemas en casa”, detalló. Para Rivas Franchini la sentencia de la CIDH ha sido un triunfo.
En este contexto, el jurista Enrique Bernales objetó las declaraciones de Jorge Villa Stein, quien señaló que la resolución de la CIDH es “una ofensa a la soberanía del Perú” y marca un “precedente terrible para la justicia”.
Para Enrique Bernales, el fallo no representa un descrédito a la soberanía del país. “La Corte presidida por Villa Stein (…) no tomó en cuenta que los fallos y sentencias de la Corte Interamericana no son revisables por corte nacional o sede nacional, y que además son de riguroso cumplimiento obligatorio”, precisó Bernales.
Recordó que la CIDH presentó un fallo en el 2001, quiere decir que la nueva resolución reincide lo expuesto anteriormente.
Por otro parte, el presidente del Congreso de la República, Víctor Isla, afirmó que se debe respetar la disposición de la Corte IDH y señaló que el presidente de la Corte Suprema de la República, Cesar San Martín, manifestó estar obligado a obedecer la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Según el organismo internacional el Estado peruano tiene plazo para resolver esta contrariedad hasta enero del próximo.