La Asociación de Fabricantes de Envases de Madera del Alto Huallaga (AFEMAH), más conocidos en la zona como los “cajoneros”, se comprometió a reforestar unas 300 hectáreas de bosque deforestado por su misma actividad extractiva y de transformación.
Las 32 microempresas registradas, y que se encuentran ubicadas a lo largo de la carretera marginal entre Tingo María y Tocache, sembrarán plantones en el marco del proyecto “Establecimiento de 300 hectáreas de plantaciones forestales para la producción de madera de baja y alta densidad en la provincia de Leoncio Prado”.
Dicho proyecto ha sido elaborado por una consultaría particular y se encuentra financiado en un 50% por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) de Tingo María, en tanto que el otro 50% sería aportado por el Gobierno Regional de Huánuco.
Según la ingeniero Luz María Basilio, jefe de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) de Tingo María, los microempresarios son conscientes del grave daño que causa su actividad a la preservación de los bosques y al medio ambiente, y por ello se han comprometido a subsanar en parte el daño.
Indicó que los microempresarios ya han sido capacitados e instruidos para el uso de una guía en donde se precise el sitio exacto de donde proviene la madera que utilizan y la cantidad de madera talada como materia prima, a fin de elaborar un cuadro de reposición inmediato.
Son un problema
Si bien la autoridad no tiene una estimación del área que se ha deforestado desde 1995, se tiene la certeza que son los “cajoneros” los responsables de gran parte de la depredación de aproximadamente 25 000 hectáreas de bosques con madera blanca de poco valor comercial y de la contaminación con humo y dióxido de carbono, originado por la quema día y noche del aserrín.