A pesar de que las mujeres de los países en desarrollo son los principales usuarios de los bosques, los esfuerzos para incrementar su participación en el manejo forestal no mejoran la condición y sostenibilidad de los bosques, según indican expertos en el tema en los días previos al Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.
Esther Mwangi, investigadora del Centro para la Investigación Forestal Internacional, con sede en Indonesia, señala que el mayor reconocimiento a la contribución que realizan las mujeres al manejo forestal no se traduce en la toma de las decisiones en los bosques.
Sostiene que el hecho de que las Naciones Unidas ha declarado a 2011 como el Año Internacional de los Bosques brinda una plataforma para revisar los desafíos de promover la participación de las mujeres en el sector forestal. En la actualidad, indica, el cambio climático y la deforestación han aumentado la carga de trabajo de las mujeres rurales.
En tanto, los gobiernos reorganizan sus políticas y crean nuevas regulaciones antes de implementar los programas REDD +. Es un mecanismo mundial para reducir las emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques. Considera también la conservación y el manejo sustentable de los bosques y el fortalecimiento de reservas forestales de carbono.
Por su parte Lorena Aguilar, consejera de género a nivel mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, señala que el primer desafío es reconocer a las mujeres como agentes del cambio. “Las mujeres deben ser incluidas en la toma de decisiones para asegurar que reciben de forma equitativa los beneficios”.
Asimismo, Eve Crowley, directora adjunta del Departamento de Género, Equidad y Empleo Rural de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, indica que es necesario planear, asignar recursos, tener la capacidad para implementar y realizar un seguimiento y evaluación cuidadosos.
Los expertos señalan que es necesario que las mujeres conozcan sus derechos y fortalezcan su capacidad de actuar. De esta manera, podrán organizarse y ser capaces de demandar mayor participación en los procesos de toma de decisiones en el manejo de los bosques.