LORETO. La comunidad urarina dialoga permanentemente con su entorno natural, de allí se desprende la importancia de la existencia de espíritus guardianes. «La presencia de estos seres es fundamental para que la comunidad pueda establecer esa relación de reciprocidad con la naturaleza y pueda establecer reglas, patrones de conducta, que al final benefician la conservación de estos ecosistemas», dijo Manuel Martín, investigador del IIAP al detallar a INFOREGIÓN la importancia de los espíritus guardianes en la dicha comunidad asentada en los bosques de Loreto.
En estudio elaborado entre la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad de Edimburgo se muestra que estos espíritus de forma humana ayudan a la comunidad a conservar sus recursos naturales en una relación de convivencia recíproca. «El pueblo urarina tiene profundos conocimientos sobre los sistemas inundables existentes en el abanico del Pastaza, que es uno de los humedales más grandes de la Amazonía peruana y del planeta», aseguró Martín.
Para ilustrar la importancia de estos seres con la conservación de los humedales, Martín afirmó que un niño que no crea en la existencia de los espíritus guardianes verá al bosque solamente como un espacio para ser explotado; mientras que un niño urarina considerará que el bosque está habitado por otros seres, por gente que hace un manejo sostenible de ese espacio. Añadió que todos los pueblos amazónicos tienen en su cosmovisión la existencia de este tipo de seres protectores que forman parte de su vida diaria.
Afirmó que el estudio se gestó después de haber laborado varios años en las comunidades urarinas, recogiendo la percepción de la población acerca de sus entornos naturales. Ellos «tienen un vínculo muy cercano con la naturaleza y los ecosistemas inundables», razón por la que se decidió profundizar en esas percepciones, agregó. Sobre la labor hecha con la comunidades en la investigación, citó que fue participativa mediante el cual la comunidad les transmitió sus saberes y conocimientos sobre los ecosistemas.
Finalmente, Martín dijo que se están iniciando estudios similares en las comunidades de los pueblos ticuna y yagua, en la frontera con Colombia. «Pensamos extender estas investigaciones a otros pueblos, pues creemos que estos conocimientos y valores tienen que ser conocidos por la sociedad nacional y puestos en valor por el Estado y entes privados que laboran en la Amazonía», afirmó a INFOREGIÓN.