Un sector radical de agricultores cocaleros relacionados con narcotraficantes y terroristas mantiene bajo permanente amenaza al resto de campesinos para evitar que se adhieran a los programas de cultivos alternativos, aseguró el analista Fernando Rospigliosi.
Eso siempre se ha producido. Los han amenazado, golpeado e incluso algunos agricultores han muerto, liquidando los programas alternativos en el valle de los ríos Ene y Apurímac (VRAE) y en el valle del Monzón, manifestó Rospigliosi Capurro.
El ex ministro del Interior aseveró que en Tocache y en Aguaytía también se está buscando aplicar estos métodos intimidatorios. Aseguró que los programas de desarrollo alternativo son exitosos en las zonas donde se aplican, siempre y cuando haya presencia del Estado, a través de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas y cuando se aplica en paralelo con la erradicación de cultivos ilegales.
«Es imposible aplicar estos programas si el Estado no recobra el control de estos territorios que están en manos de los cocaleros radicales. Eso es elemental, porque si no hay presencia de la policía que evite que los agricultores sean amedrentados o asesinados los programas fracasan», indicó.