Hasta antes de que el Programa de Desarrollo Alternativo de USAID/PERU interviniera en el Alto Huallaga impulsando la siembra de café, cacao o palma aceitera, muchas familias de Irazola, en Ucayali, se dedicaban al cultivo de la coca ilegal que terminaba en las pozas de maceración para la fabricación de droga.
Hoy, esta situación ha cambiado de manera radical. La familia Pinedo Rodríguez puede dar fe de ellos. Nicanor Pinedo cuenta que ahora vive del cacao y sobre todo, vive tranquilo y sin las amenazas del narcotráfico.
Por su parte, Polidoro Salazar, otro ex agricultor cocalero afirma, categórico: “La coca es el peor enemigo que he tenido en mi vida”.
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