Desde hace once años los habitantes de la localidad de Uchiza, en el departamento de San Martín, vienen experimentando un cambio en sus vidas. Y no es para menos. Pasaron de ser sembradores de coca ilegal que terminaba en las pozas de maceración a ser agricultores dedicados al cultivo de la coca que iba al narcotráfico a ser agricultores dedicados al aprovechamiento de la palma aceitera.
Hoy ellos forman parte de la Asociación José Carlos Mariátegui y tienen más de 470 hectáreas de palma aceitera. Este cultivo alternativo no solo les da para vivir sino para mover la economía de la zona, según refiere la presidenta de la asociación, Nancy Chacón.