Europa y EEUU fustigan política peruana antidrogas

El Comercio.  La Unión Europea y las otras potencias receptoras de la cocaína producida en el Perú (Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y Noruega) se rehúsan a aceptar una responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y acusan al Gobierno Peruano de laxismo a la hora de enfrentar a los cárteles de la droga.

Un informe reciente del grupo Dublín al que tuvo acceso El Comercio dice: “En respuesta a la nueva línea de acción diplomática peruana que propugna una visión de responsabilidad compartida, los países e instituciones a los que se pide mayor compromiso, sin desentenderse de la cooperación internacional, deben refutar y modificar el argumento y enfatizar la parte de responsabilidad del Estado Peruano, que no ha hecho del combate del narcotráfico un precepto fundamental de su acción política durante los últimos años”.

El informe considera que la ofensiva diplomática desplegada por el Perú en los últimos meses para promover el concepto de responsabilidad compartida en la Unión Europea responde a una repentina preocupación por el potencial desestabilizador de la conexión entre tráfico de drogas y los remanentes de terrorismo en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).

Según los datos recopilados por el grupo Dublín, el Perú se mantenía hasta el año pasado como el mayor productor de hoja de coca del mundo después de Colombia, pero de mantenerse las tendencias, superaría a este país en el mediano plazo.

El órgano consultivo alerta, además, sobre el hecho de que Lima se ha convertido en el centro de operaciones de los narcotraficantes mexicanos, que han venido desplazando a los colombianos en el manejo del ilícito negocio.

El grupo Dublín es un organismo consultivo creado para promover la lucha antidrogas entre los 27 miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Noruega.

Reacción

“La demanda va en aumento” *

La producción de cocaína en los países andinos ha ido creciendo porque existen países donde el consumo y demanda han ido en aumento.

En esta problemática existe una relación desigual porque, a pesar de poseer los recursos, muchas veces los países consumidores no realizan los esfuerzos necesarios para apoyar las políticas nacionales de lucha contra las drogas, políticas que no solo ayudan a la conservación del medio ambiente, sino también a la disminución de la posibilidad de infiltración del narcotráfico en la gobernabilidad, a través de la corrupción y la violencia.

 Si tuviéramos que hablar de un nuevo término, este sería el de la corresponsabilidad”.

* Rómulo Pizarro, presidente de DEVIDA