Europa reconoce responsabilidad compartida en lucha contra las drogas

Los países europeos reconocen su responsabilidad compartida en la lucha contra las drogas para reducir la producción y el consumo de estupefacientes, afirmó hoy Christian Leffler, director ejecutivo para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión Europea (UE).

“Para nosotros es muy claro que se trata de una responsabilidad compartida y que debemos trabajar juntos en la reducción del consumo y de la producción, y todo lo que es el tráfico y los peligros que implica ese comercio ilícito”, declaró.

Destacó, en ese sentido, la realización en Lima de la Conferencia Internacional de Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Organismos Nacionales Especializados contra el Problema Mundial de las Drogas, que reúne a 78 delegaciones de países y organismos internacionales.

El representante europeo dijo que esta cumbre, organizada por el Gobierno del presidente Ollanta Humala, es una “iniciativa bienvenida” porque permitirá a los países de la región y a la comunidad internacional, evaluar todos los enfoques del problema.

Resaltó que los enfoques no se basan únicamente en la política de represión de los gobiernos, sino en la necesidad de diseñar un plan de largo plazo, con proyección de tipo económico y social, además de una dimensión jurídica que combata el tráfico de estupefacientes.

“Para la Unión Europea, que trabaja con Perú y otros países de esta región de hace bastantes años, es una ocasión de reevaluar un poco los progresos que hemos hecho con las autoridades peruanas, y para ver cómo podemos avanzar en ese contexto bilateral”, expresó.

Leffler consideró que este esfuerzo conjunto de los países refleja precisamente la responsabilidad compartida que asume cada una de las naciones afectadas por el tráfico y consumo de drogas como la cocaína, cannabis, heroína, entre otras.

Mencionó que la producción de drogas se presenta principalmente en esta región, especialmente la cocaína, mientras que el consumo se registra en los países desarrollados de Europa y Estados Unidos, con el riesgo de extenderse a las naciones de toda la región americana.

“Para nosotros es una verdad natural de que es una responsabilidad compartida. El problema de las drogas es un problema de producción y de consumo, y cada uno de nosotros estamos llamados a asumir un rol en la estrategia de erradicarla”, anotó.