PERÚ. El café es el primer producto agrícola tradicional que exporta Perú, lo que ha llevado a que el país se sitúe en el noveno puesto en producción y exportación global de café convencional, superado por Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, Honduras, India y México, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Además, a agosto del 2022, Perú fue reconocido, junto con Etiopía, como uno de los principales productores y exportadores mundiales de café orgánico.
En el ámbito nacional, durante el primer trimestre de 2023, la producción de café en grano ascendió a 30,1 mil toneladas, que equivale a un incremento de 2,5% con respecto a las 29,3 mil toneladas obtenidas en el primer trimestre de 2022. No obstante, en la selva central, particularmente, Huánuco, Junín y Ucayali, la producción de café en grano disminuyó en términos interanuales. Asimismo, tanto el valor como el volumen de las exportaciones también se redujeron significativamente, en comparación con el mismo periodo en 2022.
Exigen declaratoria de emergencia por roya del café
Según un reporte del Midagri, publicado en julio último, con datos del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), el aumento de temperatura y la falta de lluvias acentuaron la propagación de la roya amarilla (hemileia vastatrix) en las regiones ya mencionadas de la selva central. Pero otras regiones, como San Martín y Ayacucho, informaron a medios locales que alrededor del 50% al 60% de su cosecha se ha visto afectada, reduciendo su producción a casi la mitad. Frente a ello, los productores de café del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) han pedido la declaración de emergencia para el sector cafetalero.
El gerente de la Junta Nacional del Café (JNC), Lorenzo Castillo, confirmó que el daño de la roya amarilla alcanza a las provincias Chanchamayo y Satipo, en Junín, en distritos como: Chanchamayo, Pichanaqui, Satipo, Puerto Ocopa y Pangoa. Pero, además, existe una fuerte incidencia en distritos de San Martín, Amazonas, Cajamarca, incluso, Cusco; es decir, en zonas por debajo de los 1400 metros sobre el nivel del mar (msnm).
«El reporte de la JNC, de nuestras cooperativas y productores de diversas zonas, es que el área impactada, con mayor o menor grado de afectación, supera las 120 000 hectáreas del territorio nacional. En la práctica, esto equivale a más del 35% del total de hectáreas de cultivos del café y representa una pérdida de, por lo menos, S/ 400 millones», refirió.
Renovación de cafetales, como parte de las soluciones
La JNC y sus productores plantean abordar la problemática con carácter de urgencia y demandan la creación de un programa integral enfocado en soluciones de fondo, que permita una reconversión de la caficultura: “renovación y rehabilitación de plantaciones de café, incorporando variedades nuevas, más resistentes y de alta productividad, así como el control de plagas, todo combinado con buenas prácticas agrícolas”. Este programa también debe estar adaptado a los desafíos que trae consigo el cambio climático.
«En un encuentro reciente de cooperativas de café, celebrado en Jaén (Cajamarca), el Senasa compartió su diagnóstico de esta zona, destacando a la roya como un problema alarmante. Lamentablemente, el Senasa informó, en esa misma reunión, que no tenía recursos humanos ni financieros para avanzar un plan ofensivo, que no solo puede ser curativo. La fumigación o el control con agroquímicos es pasajero. Pero este es el diseño que ha presentado el Senasa, una propuesta incompleta y parcial que procura atender a Junín y Ayacucho, excluyendo a Huánuco, Ucayali, San Martín y otras regiones. Por esta razón fue desestimada», señaló.
Comité público-privado de emergencia
Lorenzo Castillo enfatizó en la necesidad de una declaratoria de emergencia para el sector cafetalero, pero ésta debe seguir un programa de acción, para lo cual, desde la JNC se ha planteado la conformación de un comité de emergencia entre el sector público y el privado, “en miras de una reconversión de la caficultura”.
Añadió que el café peruano ha venido pasando por un proceso ambivalente. Mientras, por un lado, se ha estado produciendo café de alta calidad en zonas por encima de los 1400 msnm, principalmente, en Cajamarca; hay zonas, sobre todo las áreas bajas, que son las más afectadas por esta plaga y los cambios de temperatura, porque 1) son cafetales viejos y 2) no tienen un buen manejo de fertilización, por ejemplo. Estas plantaciones de café constituyen una parte de los cultivos en San Martín y otras regiones con características similares.