LIMA. Problemas estructurales no atendidos, deterioro ambiental y crisis política han dificultado enormemente la aplicación de las medidas para evitar la propagación del dengue en el país. Esta semana, el Ministerio de Salud (Minsa) emitió una alerta epidemiológica por el aumento de los casos de esta enfermedad. En lo que va de este año se han reportado unos 9728 casos, mientras que para el mismo periodo, en el 2022 la cifra llegó a 5323 casos. La diferencia es notable.
La mayor parte de las personas afectadas se concentra en la región Ucayali, con 1759 casos. Le sigue la región Loreto, con 1673 casos. Más atrás se encuentra Madre de Dios, con 1315 casos; Piura con 981 casos, y San Martín con 897 casos, según información de la Sala Situacional de Dengue, del Minsa. Como se ve, la población de las regiones amazónicas están entre las más golpeadas. Las cifras representan un salto a lo que se registró en años anteriores.
Hablemos en términos de letalidad, es decir, el número de defunciones por una enfermedad entre el total de casos diagnosticados en un lugar y tiempo. La tasa más alta actualmente la reportan las regiones San Martín y Ucayali, con tres muertes respectivamente. Con dos muertes, les siguen las regiones Loreto, Junín y Madre de Dios. Con un muerto por región, están Amazonas, Cusco y Huánuco, según las cifras del Minsa.
Para ahondar en el tema, INFOREGIÓN entrevistó a Antonio Quispe, médico epidemiólogo y profesor del Departamento de Biotecnología en la Universidad de Ingeniería y Tecnología – UTEC, exasesor del Ministerio de Salud e investigador en el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt). El especialista puso en el tapete temas determinantes en la propagación y prevención del dengue que no han recibido la atención necesaria, el comportamiento que registra el mosquito Aedes aegypti, vector del mal que convive con la población en sus casas, entre otros temas.
- ¿De qué manera el cambio climático ha afectado en la propagación del dengue? ¿Cuál es el panorama actual con respecto al calor, lluvias y humedad que acontecen en nuestro país actualmente?
–Estamos a punto de empezar la peor epidemia de dengue de los últimos 20 años. El año pasado ya habíamos roto los récords previos, y este inicio de temporada la cifra que estamos observando en la quinta semana epidemiológica, apunta a que este año va a ser muy duro. Tenemos temporadas de lluvia, que se correlacionan muy fuerte con la temporada de dengue.
Las razones fundamentales de esto no sólo es el incremento de las condiciones que favorecen que aparezcan más hábitats en donde se puedan reproducir los mosquitos, sino que también la coyuntura social, política y la crisis económica han hecho que el sistema de contención (que es quien específicamente realiza las labores de prevención de los criaderos de mosquitos y prácticamente todas las intervenciones que incluyen el manejo de residuos sólidos, recipientes, actividades de fumigación, etc.) se haya paralizado casi por completo.
- ¿Hay algunos grupos humanos más propensos a contraer dengue que otros, según grupo etario y género? ¿Qué conclusiones podemos sacar de esta información?
-Si uno observa la distribución de los casos de dengue por género, se encuentra que la mayoría de casos se da en varones. Si la distribuimos por edad, la mayoría de casos está entre los cinco y 19 años en los hombres. Generalmente, la población de menor edad. Con las mujeres es distinto. Del total de casos reportados, representan un 47.6% y el grupo etario con mayor cantidad de casos se encuentra entre los cinco y los 30 años. Esto tiene una explicación: el dengue es un mosquito urbano y que se encuentra en las casas. Quienes se quedan en la casa son niños, niñas y adolescentes y las madres. Hay que recordar que el comportamiento del mosquito que porta el dengue es intradomiciliario. Se da en los reservorios de agua de las casas: macetas, contenedores de basura, entre otras.
- Distintas medidas requieren del mantenimiento a los recipientes con agua cada poco tiempo. Sin embargo, el acceso a servicios básicos y de saneamiento es un problema muy grande y estructural de salud pública en nuestro país…
-Lo que sucede es que el dengue es predominante no solo en la selva, sino en la costa norte y centro del Perú también. Son las regiones que no tienen acceso a agua y se ven obligados a guardarla en recipientes. Estos, al no estar tapados, son los que se vuelven criaderos para los mosquitos. Es muy común entonces, que en las zonas donde hay lluvias, las personas las recolectan. Si bajan los controles, el incremento de los casos ocurrirá de manera acelerada.
- Entonces, ¿De qué manera la coyuntura actual ha afectado a la propagación y prevención del dengue?
-La crisis política generada por un gobierno de turno. Un gobierno de turno que viene de un pseudo golpe de estado, y que desde entonces está más preocupado en la represión policial y violar derechos humanos que hacer su trabajo.
Otro factor determinante es el cambio de las autoridades regionales y distritales que ocurrió en diciembre del 2022. Los directores regionales y autoridades con un rol en la contención del dengue en sus localidades han sido cambiados y sus programas no ha funcionado normalmente. La crisis política coincidió con el cambio de autoridades y ello deterioró el control y la prevención del dengue en nuestro país.
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