Para el analista en temas de seguridad y narcotráfico, Rubén Vargas, el Estado y los propios gobiernos regionales que tienen jurisdicción territorial sobre el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) han considerado a esta zona su “patio trasero” y han ignorado las necesidades de su población, lo que ha hecho que actualmente sea la mayor productora de cocaína del país.
“Los últimos gobernantes no han tenido ninguna preocupación en el VRAE, llegando incluso a considerarlos como ‘el patio trasero’. Esta actitud no ha sido solo del gobierno nacional sino de los gobiernos regionales de Ayacucho, Junín y Cusco. Por ello el terrorismo, el narcotráfico y la inseguridad ciudadana han ido expandiéndose al punto que ahora el VRAE es el principal valle productor de cocaína a nivel nacional”, reflexionó.
En conversación con Dialogo Ciudadano, noticiero de INFOREGION que se transmite desde San Francisco para todo el VRAE, Vargas consideró que la problemática del valle seguirá pendiente para este año, al señalar que pese al incremento presupuestal hacia los gobiernos locales la población sigue siendo desatendida.
“El problema que tenemos es que los municipios lamentablemente se caracterizan por una incapacidad de gasto. Este es un tema que el Gobierno debe evaluar y ver mecanismos mucho más eficientes para que la gente del VRAE no siga desatendida. El VRAE sigue siendo un tema pendiente”, remarcó.
Sin estrategias en lo militar
Al hacer un balance de los cuatro años de gobierno del ex presidente Alan García, Vargas sostuvo que la estrategia fue poner en práctica el Plan VRAE, que tenía como componentes la seguridad y el desarrollo, priorizándose el presupuesto y la logística para la seguridad, especialmente para la presencia de las Fuerzas Armadas.
“Después de transcurridos cuatro años, los resultados son un completo desastre. La muestra de la derrota es el repliegue de las bases de militares de la zona de Vizcatán en donde se supone que se habían instalado las fuerzas armadas porque se había recuperado la zona y se había expulsado a Sendero Luminoso. Eso resultó ser absolutamente falso”, criticó.
Detalló que todos los enfrentamientos en el VRAE han tenido como común denominador el factor sorpresa pero no de parte del Estado ni de las Fuerzas Armadas sino de los remanentes senderistas.
“Los registros nos indican que todas las emboscadas que se han producido en el VRAE fueron realizadas por Sendero Luminoso y ni una sola por las fuerzas armadas. Los ataques a la base contrasubversiva fueron ataques terroristas que no tuvieron una respuesta profesional”, indicó.
Cuestionó también que se siga cometiendo errores como si Sendero Luminoso fuese un enemigo nuevo. “Estos elementos terroristas son un grupo de asesinos que hicieron su aparición en la década de los 80. Ya tenemos varias décadas de lecciones aprendidas para terminar y derrotar a este grupo terrorista que se ha fortalecido en el VRAE”, afirmó.
Lucha antinarcóticos a ciegas
“El 2011 ha sido un año de retroceso en la lucha antinarcóticos. Hasta el momento no se tiene una estrategia nacional para enfrentar a este flagelo. DEVIDA no ha podido presentar a la opinión pública una estrategia nacional. Por eso es que las instituciones involucradas en la lucha antidrogas sigan desarticuladas”, explicó Vargas.
No obstante, destacó las acciones de interdicción, erradicación, decomiso y destrucción de droga e insumos químicos ejecutadas por la policía nacional. “Si comparamos las cifras de incautación del 2010 con las del 2011 veremos que se ha incautado muchísimo menos. Y si bien en 2011 se cumplió con erradicar 10 mil hectáreas, en el 2010 se erradicó 12 mil hectáreas”
Ambigüedad de funciones
En opinión de Vargas, el gobierno saliente y el entrante siguen manteniendo una indefinición en cuanto a competencias entre las Fuerzas Armadas (Ministerio de Defensa) y la Policía Nacional (Ministerio del Interior) y exiusten ambigüedades en sus trabajos en materia de narcotráfico y terrorismo.
“Las operaciones que realizan son desarticuladas y no forman parte de una gran estrategia central. Adicionalmente, las FFAA se están involucrando en la lucha contra la drogas cuando ello es una responsabilidad absoluta del sector Interior. Mientras no haya competencias claramente establecidas no habrá a quién pedirle cuentas en el VRAE”, sostuvo.
Respecto a la agenda pendiente para el 2012 en el VRAE, el especialista afirmó que hay muchísimo por hacer. “No hay intervención de operadores políticos, ni del gobierno, ni de los partidos políticos o un discurso que resalte valores democráticos o un discurso que recuerde cómo vivir en una cultura de paz. Eso puntos son muy importante en una zona que ha estado históricamente abandonada”, culminó.