La lucha antinarcóticos exige al Estado la implementación de una nueva estrategia quinquenal conjunta, que incluya la reducción de la pobreza rural y el desmantelamiento de las organizaciones criminales, sostuvo el especialista en tema del narcotráfico Ricardo Soberón.
Destacó la necesidad de establecer indicadores y metas como la reducción de la pobreza rural en zonas donde se cultivan hojas de coca. Asimismo, precisó que se debe facilitar a las aldeas y comunidades de la selva alta donde hay plantaciones de coca, el mayor ejercicio de derechos económicos, sociales y culturales.
Señaló que el reto para el actual régimen es que la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) articule a los sectores de Producción, Educación, Relaciones Exteriores, Defensa e Interior, a fin de implementar la nueva estrategia que este año debe diseñarse y consensuarse y empezar a implementarse.
Agregó que es necesario resaltar la intención de enfrentar el problema con las armas del Estado. Destacó el hecho de haber enfatizado en el uso del instrumento policial, de inteligencia y de justicia contra las bandas organizadas, el lavado de activos y el tráfico de precursores químicos.
No a la legalización de las drogas
Otro de los aspectos que deben diferenciar al nuevo régimen con el anterior es que debe sumarse a la afirmación explícita de que en el Perú no se legalizarán las drogas.
“Con el tema de los cultivos ilícitos, el nuevo Gobierno tiene el enorme reto de llevar la paz y el desarrollo a la selva alta de Perú”, agregó.
Señaló también que, además de Tocache, Uchiza y Aguaytía, el llamado “modelo peruano de desarrollo alternativo” debe ser confirmado como una estrategia importante y ser llevado a toda la selva alta.